13 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Es como nos tienen en esta provincia. Hasta el presidende de la Diputación y el alcalde de Ourense ocupados y preocupados por una muchacha que no sabe dónde va a jugar. El papá de la joven, burócrata él, movió los hilos y ahí tenemos a las fuerzas vivas de la provincia en su sinvivir. Un mandamás del fútbol entra en el Couto por la puerta falsa, para no pagar; no es un vicepresidente, es un gorrón. En el primer equipo de fútbol, sin un puto duro, andan en plan reyerta entre «peroxas» a ver quién es el que manda. Vivimos en una provincia «Trapabocha», el hermosísimo invento del Padre Silva (trapos, papeles, botellas, chatarra) con el que montó una sucursal de Don Bosco en nuestra ciudad. El padre Silva tenía razón, pero se equivocó de provincia. Ourense no es Turín. A Baltar le quedan pocos telediarios (políticamente hablando). ¿Qué pasaría si, de una vez por todas, da un puñetazo en la mesa y pone a todos los gorrones, que lo comen vivo, en las listas del paro? Golfos que, cuando lo dejen, lo van a poner a parir. Tiene dos opciones: morir con las botas y los votos puestos o vivir con honra.