Sea o no efecto de la crisis, lo cierto es que de un tiempo a esta parte se suceden los casos derivados de denuncias falsas. Ayer mismo los agentes de la guardia Civil de Xinzo de Limia arrestaron a una mujer de 58 años que, con la intención de cobrar el dinero del seguro, se inventó un robo. Rosa A. G. se presentó en las dependencias del cuartel asegurando que acababa de ser víctima de un asalto y que le habían robado dinero y joyas por valor de 2.400. A los agentes la película no les pareció del todo creíble y se preocuparon por verificar la denuncia. Fue muy fácil llegar a la verdad. Entre los objetos personales que, según la víctima, se habían llevado los ladrones, estaba un teléfono móvil al que los agentes llamaron. Su sorpresa fue mayúscula, o quizás no tanto, cuando descubrieron que era la propia denunciante la que contestaba al teléfono. Aunque ella trató de justificarse asegurando que había solicitado un duplicado de tarjeta, la compañía telefónica negó tal extremo.