Alexandro, Tachibana y Vidal Souto exponen en Visol
23 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.En la galería Visol de Ourense y durante todo el actual mes de enero, exponen pintura nueva bajo el título Latitudes -magnitud geográfica mundial que diversifica los climas y husos horarios- tres artistas coetáneos, del plantel de la galería. Son Alexandro (Alejandro González Cruz, Ourense, 1945), Tachibana (Kobe, Japón, 1941) y Vidal Souto (José Manuel Vidal Souto, Ourense, 1948, en la actualidad residente alternativamente o en un pueblo llamado Isebe de la parroquia de Leiro dentro del Ribeiro -en nuestra provincia-, o en otro pueblo de una isla del litoral de Bahía en el Brasil).
El primero y el segundo viven en Muxía (A Coruña, en plena Costa da Morte). El primero y el tercero, en fin, son dos muy antiguos y valiosos representantes -viejos maestros incombustibles- de la mejor historia de la pintura ourensana, como es sobradamente conocido por todos.
Son, los tres, en suma, unos artistas de cuerpo entero, de larga trayectoria plástica, con su propio insobornable estilo ya hecho, dedicados en la integridad de su actuación y el silencio del aislamiento voluntario a un arte ajeno a cualquier mediatización adjetiva.
Visceral y temperamental
El crítico de arte Camilo Franco ha dedicado una monografía a Alexandro en la colección monumental de la editorial Nova Galicia sobre artistas gallegos. Y ahí lo clasifica así: «Alexandro non é un pintor abstracto, pero tampouco é un pintor figurativo. O que lle interesa a Alexandro das figuras non é tanto a realidade como a imaxe». Y, en relación con la evolución de Alexandro desde los años 80 -en que pinta, junto con Xaime Quessada (q.e.p.d.) y Vidal Souto, los muros interiores de la cárcel de Pereiro de Aguiar (Ourense)- solo advierte «lixeiras variacións de forma»; «Nalgún sentido pódese dicir que a pintura de Alexandro ten gañado cos anos versatilidade, que ten gañado iso que os poetas chaman recursos expresivos e que, noutros sentidos, ten adquirido solidez en canto ás formas de expresión. A utilización da cor é un bo expoñente destes cambios. Hai dous sentidos fundamentais: por unha banda a matización dás cores utilizados, a difuminación, o traballo sobre a pincelada. Por outra, esa maior utilización da contraposición entre o branco e o negro».
Yoshiro Tachibana es un japonés injertado en gallego, que estudió Bellas Artes en Tokio para luego viajar en un denso peregrinaje artístico a Rusia, los países escandinavos y España, así como añadir a esos viajes estadías de estudio en Hamburgo y Oslo. En 1974 volvió a España, instalándose en Muxía por una primera vez. Alterna luego España con el Japón y Sri Lanka. Y, por fin, se instala de nuevo en Muxía en 1998. Según la Enciclopedia Gallega, su obra se caracteriza por su riqueza cromática, con influencias del arte mozárabe español y el expresionismo alemán.
El entierro del boxeador
Camilo Franco también ha realizado una amplia monografía de Vidal Souto, en la misma colección monumental. Lo define así: «Non valería dicir que Vidal Souto é una persoa inxenua. Pero verdadeiramente é un pintor que nunca quixo ter en conta as convencións de a pintura e, sobre todo, as convencións coas que habitualmente se interpreta a pintura ... Quizais por iso ... a pintura para Vidal Souto sexa xogo antes que nada ou máis ca outra cousa. Primeiro, o xogo expresionista e xestual ... Logo, o xogo aparentemente folclórico ... E quizais per iso están repartidos pola súa obra eses aires inxenuistas e animistas, eses aires de primeiras pinturas que tentan descubrir un mundo novo». El mejor cuadro de esta exposición es a mi parecer el titulado El entierro del boxeador, que continúa otra obra titulada El cumpleaños del boxeador. Evidencia un surrealismo, un exotismo y un expresionismo que fraguan el «chavacanismo» -en palabra del propio pinto- asumido por influencia brasileña a partir de los años 80.