Trabaja de barman, estudia Historia y es la voz del grupo Acidproyect
23 abr 2012 . Actualizado a las 07:05 h.De pequeño quería ser maquinista de tren o palista, según explica porque era lo que veía desde la ventana -cerca de la estación de tren y con edificios en construcción cerca-, pero enseguida fue sustituyendo esas aspiraciones por la de futbolista o ciclista. En el fútbol llegó a competir con el Ourense y el Ponte, pero aunque es zurdo como Mesi «soy más alto y quizá por eso no triunfé». Hoy asegura que su sueño sería que algún productor importante se fijase en el grupo Acidproyect, del que es vocalista, y los lanzase al estrellato, pero mientras tanto sigue con los pies bien en la tierra, terminando su carrera en la Facultad de Historia, trabajando por las noches y ensayando con la formación, que ya tiene maqueta y vídeoclip publicados.
-¿Por qué se decidió por estudiar Historia?
-Me animó un profesor que tenía en bachillerato. La verdad es que no me arrepiento, porque me gusta, pero la verdad es que salidas no tiene muchas, salvo dar clases y me gustaría ser profesor pero tal cual está ahora el panorama prefiero ir poco a poco con la carrera y mantener el trabajo.
-¿No le dicen en casa que sería mejor terminar los estudios?
-Seguro que lo preferirían, pero son conscientes de lo importante que es hoy en día, cuando tanta gente está en paro, tener trabajo, así que lo ben bien.
-¿Cómo organiza el día a día?
-Lo más duro es compaginar los horarios, pero tengo mis rutinas. Me levanto tarde, porque trabajo de noche y desde que cerramos hay cosas que hacer, así que algunos días no llego antes de las cinco de la mañana. Desayuno y voy al gimnasio, como y no perdono un rato de siesta. Por la tarde me gusta pasear un rato o ir en bici hasta la zona de las termas, luego estudio y a las diez ceno para irme a trabajar.
-¿Lo dejaría todo por un contrato que los lanzase a la fama?
-Si fuese un contrato importante sí. Es un sueño, Me encantaría vivir de la música. Me gusta mi carrera pero como sueño idílico obviamente que me atrae más que ser profesor, aunque hoy en día ese sea un puestazo.
-¿No extrañaría Ourense?
-A mi Ourense me encanta como ciudad e incluso por su clima, y soy morriñento como todos los gallegos, pero siempre he querido viajar y conocer más mundo. Incluso creo que me encantaría vivir en Alemania, creo que encajaría en Berlín, o Hamburgo o Múnich, pero también en Francia.
-¿Y ve posible vivir de la música que hace Acidproyect aquí?
-Casi imposible. El problema de Ourense es que parece que es la ciudad de Los Suaves y si acaso algo de folk, con todos los respetos. Pero aquí das una patada a una piedra y salen diez bandas y de mucha calidad. La pena es que muchos grupos acaban desapareciendo por falta de oportunidades para tocar.
-¿Cual sería la solución?
-Las administraciones tienen que cambiar el chip y pensar que si traen a alguien superfamoso un día, beneficia ese día pero el resto del año es un erial. Yo creo que si inviertes en lo local la ciudad se beneficiará más. Pero también los grupos tienen que cambiar de mentalidad. Hay que hacer más piña y buscar menos enfrentamientos.
Carlos Murias Fernández nació en Ourense hace 26 años. Le faltan dos asignaturas para licenciarse en Historia. Por la noche trabaja como barman en O Jato Nejro y los fines de semana los dedica a Acidproyect .
Es un adicto al séptimo arte y le van, sobre todo, los clásicos del cine negro, bélico o policial. El gimnasio y el ciclismo son otras de sus preferencias para el tiempo de ocio, cuando no está tocando con el grupo en el local que tienen en Coles.