El plazo resulta obligatorio, porque las tres cuartas partes de los 49 millones de coste proceden de fondos europeos
05 mar 2013 . Actualizado a las 16:20 h.Las obras de la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Ourense, que se construirá en Reza al lado de la actual, deberán estar terminadas antes de diciembre del 2015, con el fin de evitar una eventual pérdida de fondos europeos FEDER. En la presentación del proyecto en la sede de la Subdelegación del Gobierno de Ourense, la directora general de la empresa pública AcuaNorte, Isabel Pérez-Espinosa, apeló a los representantes de las empresas adjudicatarias del proyecto para que pisen el acelerador, con el fin de que en julio estén terminados los trabajos previos de diseño para poder iniciar las obras lo antes posible y cumplir el plazo de veintisiete meses para la ejecución material.
La nueva depuradora tendrá un coste de 49 millones de euros, que en un 75 % financia el Gobierno central a través de la sociedad estatal acuaNorte, con fondos europeos; un 20 % lo aporta la Xunta a través de la empresa pública Aguas de Galicia, con el otro 5 % del Concello de Ourense. La ejecución correrá a cargo de una unión temporal de empresas (UTE) formada por Copasa, Degremont y Passavant España.
La instalación, una vez terminada, se entrega al Concello de Ourense para su posterior gestión. En acuaNorte se ha valorado que el mantenimiento y la explotación sea lo más ajustada posible, pues este aspecto será repercutido a los vecinos en el recibo del agua.
La nueva depuradora de Ourense se construirá al lado de la actual, que se encuentra en situación ilegal desde hace años, al haber sido anulada judicialmente su licencia, con lo cual debería haber sido demolida. A esta situación de ilegalidad únicamente aludió el alcalde, el socialista Agustín Fernández, al referirse a las razones que urgían la cosntrucción de la nueva depuradora. Que esté en una zona inundable, que su capacidad esté actualmente limitada y que su diseña haya quedado obsoleto son argumentos a los que también se refirió la representante de acuaNorte.
El proyecto de EDAR, que incluye la construcción de nuevos colectores e incorpora tecnología puntera para evitar prejuicios a los vecinos y ganar en calidad, tendrá una capacidad para tratar completamente un caudal de 4.238 de metros cúbicos por hora de aguas residuales. «Los objetivos fundamentales de su diseño serán centralizar los equipos de tratamiento de fangos en un edificio para evitar su trasiego entre etapas de tratamiento, reducir la emisión de olores y de aire a desodorizar, y garantizar la accesibilidad a las tuberías y a los equipos», subrayan desde el Gobierno. Las nuevas tecnologías permitirán también, según subraya la administración, reducir el consumo energético, reducir los biosólidos y dar valor a los fangos para su utilización en la agricultura. Una vez que se hayan puesto en marcha las nuevas instalaciones, se demolerá la actual EDAR y se procederá al acondicionamiento del terreno.
En la presentación del proyectó destacó el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, que la nueva EDAR contribuirá al objetivo estratégico de «mellorar o obxectivo estratéxico das aguas».
Por su parte, Samuel Juárez, delegado del Gobierno en Galicia, resaltó la importancia que instalaciones como las depuradoras de aguas residuales tienen para la salud, de la misma forma que en su día se había reconocido que los váteres, los inodoros, habían sido uno de los elementos fundamentales para mejorar la sanidad pública.