La investigadora recuperó la aceituna gallega autóctona, la «brava»
09 jun 2013 . Actualizado a las 13:00 h.Si ahora mismo se escribiesen los libros de historia de la Galicia contemporánea y los manuales para futuros emprendedores seguro que en algún apartado figuraría María Estévez, a la que emulando personajes de otros siglos se podría definir como María A Brava. Y no por su carácter, con la alegría y la sonrisa constante como santo y seña, sino por haber sido la descubridora y recuperadora de la aceituna autóctona gallega, a la que dio el nombre de Brava y como tal figura ya en el Banco Mundial de Germoplasma del Olivo de Córdoba. La denominación aparecía ya en textos de los siglos XIV y XV y fue la elegida cuando tuvo que homologar la recuperada aceituna gallega. En Lobios está la «planta madre» de la que partió el proyecto, hoy convertido en realidad empresarial, que comercializa el «aceite gallego de oliva virgen extra» en el mercado internacional.
María Estévez se implica con pasión y firmeza en sus proyectos y en su participación en el documental Galiza emerxente, de la Fundación Vicente Risco, lo expresaba con rotundidad: «Se non chegase a facer realidade o proxecto do aceite coa aceituna galega autóctona estaría traballando en calquera outra investigación ou empresa vencellada coa alimentación, e en Galicia. Temos unha grande riqueza e moitos recursos por aproveitar». Los reconocimientos, premios y distinciones que acumula el aceite con oliva gallega, un cotizado producto gourmet disponible en tiendas especializadas, hacen que la directora general de Olei sume más kilómetros que algún conselleiro. Y cuando entra en la ciudad no duda un instante sobre su espacio mítico y mágico: la estación de ferrocarril. «En esta cafetería -la de la estación- hice mi primer negocio. En esa mesa tuve mi primera negociación; fue con mi abuelo. Había terminado Biología y quería hacer un máster en Ingeniería Biotecnológica; él me preguntó qué era y llegamos a un acuerdo. Solo me puso una condición: que me financiaba el máster pero el trato era que tenía que venir todos los fines de semana a Ourense». Su abuelo la esperaba en el andén cada viernes y en el mismo lugar la despedía cada domingo. Fue en esa etapa en la que se reencontró con su ciudad: «Me traje mis libros, que con 22 años era mi posesión más preciada, y esa mudanza sí que significó ubicar mi residencia en Ourense. Cuando hablo de mi casa no me refiero a donde vivo, mi hogar es éste y mi biblioteca sigue en la casa de Piñor».
Vinculada a proyectos de investigación y empresas, el día a día de María Estévez es un ir y venir marcado por los compromisos de su agenda: «Pero Ourense es mi Estación Termini, es el punto al que volver siempre».
maría estévez forneiro
Nació en Ourense en 1979.
Directora general de la empresa Olei.
«Aquí está la zona de unión, el origen de mi familia. Mi padre es de Canedo y mi madre de Piñor. Cuando se casaron se vinieron a vivir a un piso pequeñito en este barrio».