El mal estado del único vial genera molestias a vecinos y turistas
16 ago 2013 . Actualizado a las 07:30 h.Desde que comenzaron las obras, el pasado día 2 de julio, solo se puede acceder en coche a las termas del Muíño da Veiga a través del vial que parte de Quintela. La mejora acumula casi un mes de retraso y el único acceso disponible genera quejas de los usuarios habituales y de los turistas por su mal estado. Se trata del camino que discurre entre los dos ramales de la Nacional 120 por las traseras Bodegas Arnoya y otras empresas. Ayer, festivo, se disparó el número de visitantes y, por tanto, las molestias generadas por esa infraestructura.
Un primer tramo asfaltado recibe a los vehículos. El firme está plagado de baches -algunos de gran tamaño- y las vistas no dulcifican el recorrido. Tras pasar ante el remolque abandonado de un camión y una vivienda a medio derruir, se llega a un tramo sin asfaltar que fuerza al conductor a reducir aún más la marcha y que discurre, junto a las vías del tren -y a su lado, una veintena de traviesas abandonadas- y a un vertedero incontrolado de materiales de construcción y otros residuos. Finalmente, el viaje concluye pasando ante del esqueleto del centro de interpretación de parques naturales. Después de invertir prácticamente la mitad de los 6,6 millones de euros previstos en él, la construcción fue paralizada hace ya meses.
Además, ayer la afluencia de visitantes llenó el único párking habilitado como tal y también los espacios llanos que son utilizados habitualmente como plazas de aparcamiento improvisadas. De este modo, los coches tuvieron que estacionarse a lo largo del vial, invadiendo parte del mismo y dificultando la circulación de aquellos que llegaban o salían de las termas del Muíño da Veiga.