
Un viticultor de Beade, Jorge Ferro, denunció el robo de 800 kilos de uva jerez
26 sep 2013 . Actualizado a las 07:25 h.El sábado por la tarde Jorge Ferro acudía con el técnico de la bodega a la que vende las uvas para mirar el grado de las suyas en una finca a escasos 200 metros de su casa en Beade y determinar cuándo sería la vendimia. Poco pudieron hacer. No había uvas que vendimiar. Los aproximadamente 800 kilos de jerez que almacenaban las cepas habían sido recogidos ya. Y por recogidos léase robados.
Ferro no fue el único afectado. Al lado de la viña que él trabaja hay otra de torrontés a la que le llevaron unos 300 kilos. Nadie oyó ni vio nada. Y eso que cerca hay casas, por lo que el viticultor, que el día antes había estado en la viña, está seguro de que los ladrones aprovecharon la noche. Razona entonces que «a xente moza sae os venres, pero non antes da unha da mañá, e o resto a esa hora durmimos» por lo que sitúa el robo al filo de las dos de la madrugada. A su favor tuvieron que había luna llena. «Víase perfectamente, foi a mellor noite, aproveitaron a lúa chea para vendimar a finca enteira», dice. El tiempo que duró no puede estimarlo, pero tiene claro que «tres persoas, en dúas horas, non fan o traballo». Lo justifica en la cantidad de uva, y cree que precisamente el factor tiempo fue lo que provocó que el robo parase ahí y no fuese a más. Defiende que lo hicieron con una camioneta o un remolque, basándose en las roderas dejadas, y «a granel; se vai en sacos ou caixas xa precisas máis tempo». Es por eso que considera que es «para o vicio, para facer viño na casa, porque a estas alturas ningunha adega está aberta para comprar as uvas, e ademais terían que ir no fondo dun camión, porque esas uvas van machucadas».
No oculta su malestar, no solo por la pérdida económica de lo robado, «que eu para xuntar 480 euros, que é o que me pagarían, teño que traballar moito»; sino también por los productos fitosanitarios usados para sacar la cosecha adelante. «Cando vendimo, se deixo os sacos de noite xa vixío; pero así, que ata vendimen... Aínda haberá que facer patrullas», razona.