
Por ahora, el único imputado es un chapero rumano de 19 años
13 nov 2013 . Actualizado a las 07:25 h.Cuando la investigación sobre el crimen del farmacéutico Tomás Milia, ocurrido el 5 de octubre, parecía que estaba prácticamente resuelta, el juez instructor Leonardo Álvarez ha vuelto a decretar el secreto de sumario sobre la instrucción del caso. La detención del presunto autor -un chapero rumano de 19 años, Alexandru M. Luca, que permanece en prisión preventiva desde el 7 de octubre como supuesto único responsable del crimen- permitió reunir indicios importantes para su inculpación provisional. El 9 de octubre, el instructor decretaba el secreto del sumario por el plazo de un mes, que no se llegó a agotar pues desde el 21 de ese mes las actuaciones fueron ya accesibles para la defensa.
Volver a decretar el secreto de las actuaciones es algo posible en cualquier momento de la instrucción, según explicaron fuentes judiciales. En este caso, con el supuesto único autor en prisión, el recuperar el secreto no tiene que ver con que el único imputado pueda destruir pruebas, según apuntó el abogado de Luca, Eduardo Mazaira.
En las diligencias practicadas -faltaba por conocer el informe sobre el registro de llamadas de aquella noche- ha podido aparecer alguna nueva pista para investigar la participación de alguna persona más en el homicidio o incendio posterior o algún dato por contrastar sobre los delitos que se le imputan al hasta ahora único detenido.
En un auto, el instructor situó la muerte de Milia entre las 21.30 y 22.30 horas del viernes 4 de octubre. Tras una discusión, supuestamente por diferencias en el pago del servicio sexual que Milia, de 72 años, había contratado, el homicida le asestó tres puñaladas, robó unos relojes y prendió fuego al piso de la calle Curros Enríquez. Luca fue detenido esa misma madrugada.