Piden 11 años de cárcel para el acusado de incendiar el pub Central Park en el 2008
OURENSE CIUDAD
El imputado era el socio mayoritario del local ourensano, que habría calcinado con la intención de cobrar el seguro
21 dic 2013 . Actualizado a las 07:20 h.Para la Fiscalía de Ourense no hay duda de que la persona que, el 2 de junio del 2008, provocó el incendio que calcinó por completo el pub Central Park, situado en el céntrico Parque de San Lázaro de la capital de As Burgas, fue el socio mayoritario del negocio, Carlos Martínez Gil. Y cree esta parte que el acusado planeó destrozar el local porque estaba acuciado por las deudas y pensaba que podría cobrar la indemnización del seguro.
Sin embargo, Carlos Martínez Gil se enfrenta ahora a una petición de condena de 11 años y 2 meses de prisión como presunto autor de un delito de incendio en concurso con otro de estafa en grado de tentativa. El otrora empresario se sentará a partir del 13 de enero en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial, tribunal encargado de dirimir si realmente fue el causante del incendio.
En su escrito de acusación, el fiscal asegura que para llevar a cabo su propósito, el acusado contó con la ayuda de un colaborador que nunca fue apresado. Esta persona habría sido la autora material del incendio si bien Carlos Martínez habría puesto los medios para que todo saliera bien. Así, presuntamente, días antes habría acudido a una estación de servicio de Bentraces para comprar dos garrafas de gasolina que llenó con 43,3 litros. Posteriormente las dejó en el local, al que ya había llevado otras dos, además de algunos recipientes que contenían metanol.
Una vez que todo estuvo preparado, el acusado y su colaborador acordaron el día y la hora. Se haría un lunes, día de cierre de la cafetería por descanso del personal. Siempre según la versión de la acusación pública, ambos rompieron la persiana de la puerta de acceso para simular la intervención de una persona ajena y posteriormente el acusado se marchó, activando la alarma y dejando dentro al otro sospechoso, que colocó las garrafas por el local asegurándose de que las llamas se extendieran por todo el bajo. Lo consiguió, porque el fuego arrasó por completo el local y obligó a desalojar el restaurante contiguo y su terraza. Por suerte, no había nadie en el edificio cuando ocurrieron los hechos.
Días después del suceso, el acusado contactó con la compañía de seguros para solicitar el pago de la indemnización. No consiguió el dinero y apenas dos semanas después fue detenido por la Policía. Pasó unos días en prisión preventiva.