Veinte locales de la noche defienden la continuidad de La Bull

r. n. p. ourense / la voz

OURENSE

La gerencia de la discoteca califica de «vergüenza» que se paralice el trámite de un nuevo permiso

13 dic 2014 . Actualizado a las 05:20 h.

La resaca del día siguiente a que la discoteca La Bull cesara su actividad, a raíz del precinto policial y que en la madrugada del jueves sí se respetó, fue intensa. El cierre de la discoteca por tener anulada su licencia de actividad ha provocado un movimiento solidario entre una veintena de locales de la noche ourensana. En un escrito remitido a los medios de comunicación, y que está acompañado por las firmas de responsables de esos locales de la movida ourensana, se censura el precinto de la discoteca de la calle Arturo Pérez Serantes. «Solo atiende a intereses personales de algún empresario en concreto, pero no al interés general del sector de la hostelería de la noche ourensana», indicaron a través de un comunicado.

Los locales que defienden la continuidad de La Bull piden que se resuelva la nueva licencia con la mayor celeridad posible para evitar daños al resto de negocios. «Al ser un local de referencia en la última hora de la noche ourensana, el cierre de La Bull repercute indirectamente en los demás, puesto que la mayor parte de los usuarios de los locales de primera hora recaen en La Bull. Sin esta alternativa, muchos optarán por no salir o desplazarse a otros lugares». Agentes policiales vigilaron de madrugada que no se violara ese precinto.

Alegaciones en el Concello

La gerencia de la discoteca precintada la pasada semana y que desde ayer tiene sus puertas cerradas también se movió en las últimas horas. Presentaron un escrito de alegaciones en el Concello por el retraso en la tramitación de la nueva licencia. El letrado de los propietarios, Antonio Feijoo Miranda, califica de «vergüenza la paralización injustificada del expediente que lleva un mes sin que ni siquiera la técnica haya sido encargada de ir a visitar el local». También sostienen que hay un acuerdo de la junta de gobierno del 6 de agosto del 2013 que legaliza el uso de la discoteca. Por ello, entienden que son desproporcionadas las medidas de precinto y «amenazas del señor alcalde». Se refieren al decreto firmado por el regidor socialista en el que pedía a la policía que actuara de «forma contundente» para evitar su apertura: «Afirmar como hizo el alcalde que estamos ante una instalación clandestina es una barbaridad, máxime cuando ha sido por culpa del Ayuntamiento que se anuló la previa licencia y se tramita una nueva».

En la polémica del precinto de la discoteca La Bull se posicionó ayer el PP. Los populares piden explicaciones sobre todas las actuaciones llevadas a cabo por la Policía Local en este caso. También censuran la «notoria tibieza» del gobierno municipal y sospechan de «un trato de favor de cara este establecimiento». El letrado de La Bull arremetió contra los populares: «Sus comentarios son muy desafortunados y evidencian un total desconocimiento de la situación. Es llamativo que se rasquen las vestiduras con La Bull cuando el anterior gobierno del PP permitió el funcionamiento sin licencia durante siete años de la residencia universitaria», concluyó Feijoo.

El PP pide explicaciones por la «permisividad» municipal con el establecimiento