El 20 de abril de 1988 fue un día triste para la provincia de Ourense. Fallecía Eulogio Gómez Franqueira, el hombre que con inteligencia, tesón y habilidad puso los cimientos de una empresa, Coren, que sigue siendo motivo de orgullo para Galicia. En otro mes de abril, 27 años después, el ilustre apellido apareció de nuevo en la política para apuntalar al Partido Popular. El bombazo de la lista del PP era que Coren volvía a la arena política. La presencia de una empresaria de pro, Sofía Godoy Gómez-Franqueira, la nieta mayor del fundador, le daba un plus de esperanza a un alicaído PP. Desde que este filtró el apoyo del grupo empresarial a su endeble candidato, toda suerte de cábalas recorrieron los círculos capitalinos. ¿Por qué Coren suspendía su neutralidad política de casi tres décadas decantándose por el partido conservador? ¿Qué pretendía Gómez-Franqueira con la maniobra? ¿Había que pagar favores recientes o engrasar los futuros? ¿Por qué se prestaba la nieta del fundador de Coren para llevar la conflictiva área de Personal del conflictivo Concello de Ourense? ¿O es que su presencia era solo un florero de rosas nostálgicas? ¿Por qué se decantaba Coren, cuando más desprestigiada está la política, por un partido acuciado, también en Ourense, por casos de corrupción y financiación irregular?
Fueron doce horas de conjeturas, alborozos y decepciones. Hasta que llegó el comandante Gómez-Franqueira y mandó parar. A las 20.12 horas del pasado viernes se difundía un demoledor comunicado que borraba la sonrisa de los exultantes dirigentes del PP en Ourense. Coren no estaba en la operación regreso: «Sofía Godoy se desvincula del Grupo Coren para iniciar una nueva trayectoria en política desvinculándose de las labores que hasta el momento desempeñaba en Coren». No era el Grupo Coren el que había roto la muy inteligente decisión de mantener la cooperativa al margen de la política partidaria. Fue la nieta mayor de Franqueira la que optó por vivir de la política y abandonar la empresa fundada por el abuelo. Para los mentores del fichaje se esfumaba el sueño de que seis mi cooperativistas llenasen, como otrora con Franqueira, los graneros de votos del PP. Coren lo dejó claro al reafirmar «su independencia de la actividad política y el objetivo de continuar manteniendo una relación cordial con todos los partidos».
La campaña de Coren en las municipales del 24-M, parodiando a Joaquín Sabina en su tema 19 días y 500 noches, duró «lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks». Fue un visto y no visto. Y Jesús Vázquez Abad, el hombre que, como Franqueira, llegó del Ribeiro a la política provincial (aunque aquel a base de talento y este a base de dedazos) tarareará aquello de «Dijo hola y adiós; y el portazo sonó como un signo de interrogación». La interrogación de por qué una alta ejecutiva deja la primera empresa de la provincia de Ourense para buscar refugio en la política como modus vivendi. Ahora el PP puede presumir que en la lista hecha pública ayer están todas las familias. La de Baltar padre, la de Baltar hijo, la de Poli Nóvoa (la más numerosa), la de Jesús Vázquez, la de los constructores (¡el PXOM es muy goloso como para no infiltrarse) y, como guinda, la de Gómez-Franqueira.