Si no fuese por haber estado mareando la perdiz durante casi dos semanas, en la capital ourensana ya estaríamos hablando del traspaso de poderes. En A Coruña, por ejemplo, ya se han producido con ese objetivo varios encuentros entre el gobierno entrante y el saliente. Y eso que el popular Carlos Negreira entregará la alcaldía a la «marea», a la que superó en votos. Aquí, sin embargo, la fuerza más votada fue el PP, pero no ha habido hasta ahora ningún tipo de contacto entre el regidor socialista, Agustín Fernández, y su futuro sustituto, Jesús Vázquez. Ha sido así porque, como decía al principio, desde que conocemos el resultado electoral del 24M, la política local ha estado mareando la perdiz. Gonzalo Pérez Jácome, que sabe desquiciar a sus rivales como nadie, carece de apoyos para convertirse en alcalde, pero introdujo estos días en el debate la posibilidad de apoyar al socialista Vázquez Barquero (ni la primera ni la segunda, sino la tercera fuerza más votada). El líder de DO llegó a decir que sería regidor «ahora o después de una moción de censura» y, entregando inicialmente al cargo al PSOE, se aseguraría un gobierno más inestable para acabar así cumpliendo con sus planes. Parece, sin embargo, que la sensatez se impondrá y Jácome anunció ayer que se votará a sí mismo, despejando así las incógnitas sobre otro tipo de maniobras. Jesús Vázquez será alcalde en minoría porque no existe por ahora un frente de izquierdas capaz de hacerle frente. Ahora, unos y otros, a trabajar por la ciudad.