Se ha decretado en tu partido, estimada diputada en el Congreso por Ourense, la caza del mirlo o mirla blanco/a (¡ya ves que me quedan tics de Bibiana Aído la inefable miembra del gobierno ZP a la que habías sustituido como secretaria de Estado de Igualdad!). Y me da la impresión que una facción de los socialistas (¡el 24-M no le enseñó el peligro de las luchas cainitas!) solo busca apartarte. Da igual quien te sustituya. Les sirve quien hace unas semanas era el mejor candidato de Ciudadanos para la capital, la directiva universitaria a la que el rector apartó, los rancios apellidos históricos o los nuevos cachorros sin pedigrí. Y si bien es verdad que hay que renovar (¡indigno que tu compañero del Senado quiera una tercera legislatura!) me parece un error que la renovación la dicten luchas personales y no el análisis de la idoneidad para el cargo. De los nombres que pululan en el mentidero (mejor sería decir pudridero) socialista, me pareces la mejor. A tus 40 años, estás en plena juventud y tienes formación y experiencia política en Galicia y en Madrid para que analizando tu trabajo (que ahí está, en la web del Congreso) el PSOE te dé una segunda oportunidad.
Pero bien sabes, porque protagonizaste mil batallas orgánicas (algunas para olvidar), que los odios y las vendettas personales germinan desde hace tiempo en el socialismo ourensano.