Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La esencia celta de la praza Maior

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

Los propietarios del Druida abren este fin de semana un renovado local

04 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Emilio Estévez y Antonio Vázquez son los propietarios del Druida, un local que abrió sus puertas en mayo de 1982 y que va a ampliarse. Ambos venían del mundo de la hostelería y en el 2016 cumplirán 35 años en la praza Maior. Pervivirá el local antiguo, situado bajo la plaza, pero abrirán un piso más arriba otro espacio, que estará conectado. «Decidimos dar este paso porque desde que se dejó de fumar, la gente era más reacia a entrar en el local de abajo y así utilizamos también la terraza», explica Emilio Estévez. El Druida mantiene los clientes de toda la vida, aunque como bien explica el propietario, tras treinta años hay una nueva generación. Los hijos de los de «siempre» y nuevas incorporaciones.

«Cuando nosotros empezamos en la praza Maior era un local único, diferente. Venían pintores y se generaban intensas tertulias. Mucha gente del mundo de la cultura quedaba aquí», explican. Esto fue cambiando con el tiempo y es el momento, pensaron, de adaptarse. «Si no lo haces, te mueres», subraya Estévez. Así se abre el nuevo local, que mantiene su carácter iconográfico y celta. «Los druidas siempre están presentes, así como la iconografía celta. Lo que pasa es que es más moderno». Para dar forma a la nueva idea, los propietarios se pusieron en contacto con la empresa Obra con Arte, que enseguida pensó en la pintora Tareixa Taboada. «Nos pareció fenomenal. Es una gran pintora y es clienta desde hace muchísimos años», dice Emilio. A ella se le encomendó uno de los aspectos más destacados del local: su cúpula. Además de otros detalles.

El proyecto surgió el pasado agosto y, desde ese mes, Tareixa Taboada empezó a dar forma a su trabajo. «La verdad es que Emilio y Antonio fueron encantadores. Respetaron el programa iconográfico que al principio se había centrado en el mundo masculino», explica, para subrayar que en esta ocasión es la mujer la que ha tomado protagonismo en local. «En el mundo celta la mujer tenía el mismo peso. Y es muy interesante reivindicar su papel en las sociedades antiguas», relata la pintora. La idea, explica, era la de hacer una especie de santuario o templo pagano dedicado a una deidad femenina. En este caso, se pensó en Medusa. Y en su cabeza. «Básicamente el pueblo celta era bárbaro y guerrero. Y atribuía a la cabeza el alma. Por eso decapitaban a sus víctimas. Para apoderarse de su coraje y valentía», dice. Y así nació el motivo principal de la cúpula del Druida. Taboada también ha pintado parte de las paredes del local, convirtiendo uno de sus lados en un bosque. «Los druidas utilizaban las fuerzas de la naturaleza», dice. Sobre la forma de plasmar la idea en el local, Taboada dice que se buscó la forma mas plástica y atractiva dándole un giro pop. «Queríamos hacer un espacio místico que siguiera la idea del Druida, pero más moderno», dice. Es todo un reto para la artista que subraya que normalmente no hace encargos. Pero en esta ocasiones es algo especial, es un reto. «Para mí el hecho de que se hayan decidido por un artista plástico y no por un decorador, es importante. Ya Alexandro, Vidal o Xaime Quesada dejaron su obra plástica en bares, y eso importante. Esto indica que hay un cambio de mentalidad entre un bar y un café con clase. Es un reto». Hubo dificultades, como pintar sobre el aire la cúpula. Pero afirma: «Es un personaje importante y valía la pena».

No será el único cambio en el Druida. El año que viene, con motivo de su 35 aniversario, reformarán la parte inferior del establecimiento y darán una gran fiesta. Además, quieren recuperar parte de la esencia de sus primeros años y ya piensan en organizar algún acontecimiento cultural. Este fin de semana comienza una nueva historia celta en la praza Maior.