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Historia viva del galeguismo

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

Mosquera participó o colaboró con PG, PNG, Coalición Galega, BNG y CxG

27 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Vivió de primera mano los continuos vaivenes del galeguismo. Nacido en San Cristovo de Cea en 1956, Xosé Mosquera Casero participó de un modo u otro en la práctica totalidad de los proyectos políticos que iban en esa línea, como el Partido Galeguista, el Partido Nacionalista Galego, Coalición Galega, BNG o CxG. Siempre ha defendido la unidad de acción de esta corriente política pese a los continuos fracasos de ese objetivo.

Cuando vivía en Cea iba a la escuela en bici y es diestro, pero como llevaba la fiambrera en la mano derecha, desarrolló más habilidad en la izquierda para conducirla, una metáfora de su apuesta por el acuerdo de todos los galeguistas. La infancia de Mosquera transcurrió entre Cea y la capital ourensana, donde vivió un año con unos amigos de la familia porque sus padres emigraron a Alemania.

Si fuese por su tío, ya fallecido, habría sido cura. De hecho, estudió en el Seminario por influencia suya, aunque no solo. «Os máis xustos de recursos, os dos pobos, íamos alí», recuerda Mosquera, que compartió aulas con otros políticos como el alcalde de Maside, Celso Fernández, el exsenador Miguel Fidalgo o con el músico de Milladoiro Xosé Antón Méndez. De aquella época, guarda especial recuerdo del religioso Francisco Botana Blanco, que impartía una asignatura optativa de gallego (una rareza en esos momentos), y de su profesor de geografía, Manuel Pena.

Hubo una segunda influencia del tío de Mosquera sobre su vida. «A súa aspiración é que acabara sendo un cura e mandoume a Navarra a estudar para ver si así o conseguía», recuerda él, que inmediatamente aclara que ese intento fracasó de nuevo. En todo caso, la experiencia fue muy positiva. Allí coincidió, según cuenta, con el futuro periodista Antonio Herrero. «O seu pai era director da axencia Europa Press e enterabámonos de primeira mao de todo o que se movía na transición política», di Mosquera. Esa relación y sus propios estudios ?«o que máis me gustaba era o dereito político», relata? fueron aderezando su forma de pensar, al igual que las reuniones en las que periódicamente participaba junto a otros alumnos y maestros gallegos de la universidad. De Navarra también descubrió lo que ya intuía, que el carácter plurinacional del Estado puede defenderse «con naturalidade».

Así, aunque tras acabar la carrera se quedó dos años más como profesor allí, desde 1979 se implicó en distintos proyectos políticos. Participó en el famoso congreso de Poio para resucitar el Partido Galeguista, se convirtió en concejal en San Cristovo de Cea y tuvo una responsabilidad especialmente destacada como secretario general técnico de la consellería de Pesca del tripartito de PSOE, PNG y Coalición Galega en 1987. Respecto a esta última formación, dice que eran «os árbitros do Parlamento» y considera que su casi total desaparición del escenario político es una «mala noticia» que achaca a la «desaparición» de Franqueira. De aquella época él recuerda que intentó sin éxito proponer una candidatura única para los siguientes comicios. «Se iso se fixera estou convencido de que Fraga non volvería a Galicia», dice.

Después llegó la integración en el BNG, la desintegración del frente y la creación de Compromiso por Galicia. Él asegura que en su espíritu siempre estuvo el deseo de unir a todos los galeguistas y cree que el resultado de En Marea habría sido mucho mejor si el Bloque y CxG se hubiesen unido a ella. «O PSOE quedaría sen senador», dice Mosquera, que prefiere pasar página a su participación frustrada en Ourense en Común. Reconoce, no obstante, que la polémica que se originó a raíz de ser acusado de «carrexo» en las primarias de la «marea» ourensana fue su peor momento en política.