«Tenía Luíntra marcada para pelear»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

El catalán de padre monfortino sufrió una avería que le impidió disputar el triunfo

27 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A punto de despedirse de Galicia, en el pelotón de La Vuelta 2016 destacaba la sensación agridulce de uno de los primeros espadas del potente conjunto ruso del Katusha, Alberto Losada Alguacil (Sant Just Desvern, 1982). Y es que el catalán, cuyo padre es monfortino, partió muy motivado tras ver a sus familiares en la línea de salida y pretendía cobrar protagonismo en la meta de la Ribeira Sacra. De hecho, se metió en la escapada buena y solo una avería mecánica frustró su determinación.

«Estaban mi abuela, tíos y primos, la verdad es que siempre me lo pasé bien en Monforte de Lemos, venía todos los veranos y me dejaban aquí con mis abuelos, así que son magníficos recuerdos», matizaba el propio Alberto, antes de añadir que además el perfil de la etapa le venía como anillo al dedo: «Tenía Luíntra marcada para pelear, la que más de esta vuelta, porque salía del pueblo de mi padre, pero también porque me gustaba mucho el recorrido. Ya en carrera, me sentí con buenas piernas, estaba justo en cabeza cuando se hizo el corte bueno y, entonces tuve un poco de mala suerte porque se me rompió la rueda de la bicicleta bajando, así que nunca sabremos si hubiéramos progresado más con aquellos cuatro, colaborando juntos».

Katusha le ha concedido el dorsal 111 a Losada y, en teoría, es uno de sus cabezas de filas y el mejor clasificado en la general tras las primeras etapas. Aún así, el deportista de ascendencia gallega admitía que su principal objetivo es el de lograr victorias de etapa y sabe donde jugar sus bazas. No en vano es un experimentado competidor, que se forjó en el deporte del pedal en tierras vascas y en su Cataluña natal. Pasó a profesional en el 2006 con el equipo Kaiku, pasando después al Caisse d’Epargne y al Katusha, con los que ya atesora cinco participaciones en el Giro de Italia, dos en el Tour de Francia y seis en La Vuelta, en la que sigue persiguiendo su primera victoria parcial.

«Ya cuando llegué, las sensaciones eran buenas, así que llegué con muchas ganas y dispuesto a aprovechar las oportunidades que me surgieran en carrera. Vamos día a día y cada etapa valoraremos nuestras metas, pero está claro que intentaremos llevarnos alguna etapa. El de ayer (en Luíntra) era mi terreno, rompepiernas y con puertos de cinco o seis kilómetros, más bajadas complicadas, cuando lo vi ya me pareció perfecto para mí», apostillaba el ciclista, un tanto decepcionado por no haber llegado al tramo decisivo con la opción de probarse así mismo, en la escapada y con respecto a un pelotón que tiró fuerte para coronar a la postre al británico Simon Yates.

En realidad, la infancia monfortina de Alberto no tuvo mucho que ver con su carrera profesional o sus primeros lances como aficionado, pero sí comenzó a amar la bicicleta en sus andanzas estivales por Galicia, así que ha paladeado la primera semana de una edición de la ronda hispana en la que tiene depositadas grandes esperanzas.

Aunque la gran montaña no es su especialidad, el cambio de tercio a la salida de nuestra comunidad también le plantea retos atractivos: «Vamos a ver, el de mañana (por hoy) es otro test y en los finales en alto que hubo he ido bien, así que soy optimista, el equipo también está rindiendo de forma idónea, aunque también alcanzó la mala suerte a algunos de mis compañeros, víctimas de un virus estomacal, por lo que van un poco tocados. Además, alguna caída también nos afectó, pero creo que están más recuperados y, desde aquí al final de La Vuelta, vamos a dar mucho más que hablar».

En ausencia de su líder natural, Purito Rodríguez, Katusha también ha modificado su plan en La Vuelta y quizás las tablas de Losada sean valiosas para hacerse visible en esa combatividad que propone el poderoso equipo ruso. Si logran superar los problemas de salud que han atenazado a otros de sus hombres importantes, el equipo de coral (que no de rojo, como rezan las camisetas de sus auxiliares) volverá a ser uno de los más relevantes del pelotón UCI ProTeam. Lo que significa que la escuadra de este catalán de sangre monfortina brillará en la siempre vistosa convocatoria española. No piensan regatear esfuerzos.