Una familia de Moces, en el término municipal de Melón, se queda sin nada tras arrasar los incendios su vivienda, un garaje y dos pajares de su propiedad
15 oct 2019 . Actualizado a las 19:38 h.El panorama es desolador en la carretera que lleva a Moces (Melón): el monte está arrasado a ambos lados y por todos los lugares se ven columnas de humo que salen de un suelo que ya solo es ceniza, árboles calcinados y pequeños galpones o garajes aquí o allá que han sido pasto de las llamas, con alguna rarísima excepción. El movimiento de coches es notorio y dos personas con una furgoneta de Hidroeléctrica de Melón revisan el estado del tendido eléctrico. Antes de llegar al cruce que se desvía a Moces, uno de los pequeños pueblos de la parte alta de Melón, un garaje de ladrillo visto y uralita se antoja como la foto fija de la tragedia vivida en la madrugada del lunes: reventado por el fuego, aloja en su interior un tractor y los restos de un viejo carro. A su lado ha quedado parado para siempre un Peugeot 205.
En Moces viven siete familias y alguna viejas casas, pajares y bodegas de su margen derecha son ya piedras enegrecidas y maderas quemadas. Al final del pueblo se agolpan los vecinos frente a una casa cuyo bajo alberga un fuego aún vivo al que ya nadie presta atención. Todos arropan a la familia que ha salido peor parada de la tragedia. El fuego llegó a la casa sobre las 23.00 horas y a la medianoche las llamas se habían adueñado totalmente del inmueble, sin que nada se pudiera hacer para detener el fuego.
En el inmueble calcinado por las llamas vivía un matrimonio con su hijo de corta edad y una persona mayor con dependencia, que necesita un respirador. Hace solo tres años que acometieron la remodelación integral de la casa. En su caso la tragedia se cebó por partida doble: el garaje que está a la entrada del pueblo y dos de los pajares quemados eran suyos. La casa con todos sus pertenencias, dos coches, un quad, un tractor y dos edificios fueron devorados por las llamas. La familia durmió junto a unos vecinos y la tía fue trasladada ayer a Urxencias a Ourense para ser atendida al quedarse sin su máquina para respirar, que se quemó. La rabia y la impotencia se resumían en una frase de los afectados: «Por aquí non pasou ninguén en toda a noite, nin a alcaldesa nin concelleiro algún e a estas horas -pasada la una de la tarde- aínda agardamos pola alcaldesa. Seica foi durmir que está moi cansada, polo que dixeron».
Malestar por no ordenar el Concello la limpieza del inmueble donde se originó el fuego
La familia de Moces que se quedó sin su vivienda está dolida, con la rabia y la impotencia a flor de piel, y no quieren facilitar sus nombres ni hacer declaraciones. El rechazo inicial se suaviza lo justo cuando alguno de los vecinos accede a contar lo sucedido. El malestar tiene su origen en la propiedad colindante, una casa abandonada en la que prendió el fuego que luego acabaría arrasando su vivienda y dejándolos sin nada más que lo puesto. Los dueños de las dos propiedades adyacentes trasladaron en varias ocasiones su malestar al Concello de Melón, instando a la institución y a la alcaldesa a exigir la limpieza de la propiedad abandonada. En el caso de la vivienda arrasada por el fuego el ser colindante provocó la tragedia, no así en el caso de la otra propiedad por mediar una zona sin construir entre el inmueble abandonado y la edificación. «Os da outra casa presentaron varios escritos denunciando a situación, no noso caso só foi de palabra. Fixémolo varias veces e dixeron que lla ían facer limpar».