«Lo último que podíamos esperar era hallar esto»

La Voz

OURENSE

jose fernandez

Un grupo de turistas de Burgos se vio frenado por un incendio en su camino al cañón del Sil

17 oct 2017 . Actualizado a las 21:16 h.

María del Carmen Domínguez tenía previsto regresar ayer a Barcelona con su marido, Ricardo de Castro, desde su pueblo natal de Castro, en Parada de Sil. El coche estaba cargado. «Pero con este panorama no nos pareció una buena idea. Decidimos esperar. Nos aconsejaron salir de casa y lo hicimos, dejamos todo listo para volver, acabar de recoger y salir, pero, por ahora, aquí estamos», dice, máscara en mano, de charla tranquila con sus vecinos Joaquín Teixeira y Toña Rodicio, los únicos que residen todo el año en el núcleo más próximo al monasterio de Santa Cristina, una de las joyas arquitectónicas de la zona. Joaquín se encarga de las patatas, de atender el campo, de las castañas... «Gracias a él está la práctica totalidad del pueblo desbrozado», agradece María del Carmen. El fuego no alcanzó sus propiedades, pero a ellos les indicaron que era mejor que abandonaran sus casas, salieron con lo puesto, se trasladaron a Parada y a esperar. «Non tivemos sensación de perigo, pero se che din que é mellor saír, saes», dice Joaquín. Él y Toña funcionan en contra de la tendencia que es más común. Ellos viven en el pueblo durante la semana. De viernes a domingo, sin embargo, apuestan por la ciudad. En el mismo cruce coincidieron ayer los vecinos desalojados de Castro con un grupo de turistas que buscaban naturaleza, querían conocer las excelencias del cañón del Sil y acabaron sabiendo de otras miserias. Marta Gómez, Rodrigo González, Iker Bilbatua y la pequeña Lula llegaron desde Burgos con otras perspectivas. En un primer momento se quedaron en la zona, aunque, al final, no les quedó otro remedio que renunciar y marchar. «Es una sensación nueva. Lo último que podíamos esperar era hallar esto. Veníamos a disfrutar de la naturaleza y nos acabamos encontrando con este desastre», resumía Rodrigo.