Varios centros escolares organizaron actividades y la calle del Paseo fue epicentro para lectores
24 abr 2018 . Actualizado a las 13:18 h.Todo aquel que ayer por la mañana estuviese de paso por el casco viejo de Ourense recibió un clavel amarillo y un marcapáginas. Blancanieves, Caperucita roja, Pipi Calzaslargas, el Zorro, el sheriff Woody -aunque sin contar con la ayuda de Buzz Lightyear-, la ratita presumida e incluso un Pikachu lector, entregaron a los viandantes los mencionados presentes para celebrar el Día del Libro.
Los alumnos de sexto de Primaria y primero de ESO del colegio Luis Vives se caracterizaron de los personajes de sus libros y cómics favoritos para transmitir a los adultos el espíritu de una celebración que cada año coge más impulso en la capital. Y tras recorrer las calles del centro, leyeron El principito, de Saint-Exupéry, sacando los colores y las sonrisas de hombres y mujeres, que se asomaban con curiosidad, con la célebre frase del autor que reza: «Todas las personas mayores fueron primero niños, pero pocas lo recuerdan». Después de la lectura conjunta, los profesores de la Escola Municipal de Música interpretaron algunos temas con un saxofón, percusión y un teclado.
A la misma hora, junto a la estatua de La Lechera, medio centenar de alumnos de primero y segundo de Primaria del colegio La Purísima aprendieron cómo es la anatomía de los libros de biblioteca y conocieron las actividades de animación a la lectura que se llevan a cabo en las municipales de San Francisco, A Carballeira y A Ponte.
En las escaleras de los jardines del Padre Feijóo los más pequeños de los colegios de As Mercedes y Cisneros disfrutaron del cuento de La oruga glotona interpretado, con marionetas, por la directora de la Escola Municipal de Teatro, Thelma Joy Putnam.
En la calle del Paseo -en el tramo situado entre el parque San Lázaro y la delegación de Defensa- diez libreros expusieron las obras que venden en sus establecimientos y aplicaron el diez por ciento de descuento en cada compra. Misma promoción que se implementaron en la mayoría de librerías de la ciudad.
La biblioteca pública también quiso participar en la celebración del día regalando plantas a los que se dejaron caer por las instalaciones e hicieron uso del servicio de préstamo. Y en la Facultad de Ciencias de la Educación se llevó a cabo, a lo largo de toda la jornada, un seminario internacional con ponencias sobre el estudio del libro infantil como artefacto, así como un taller de elaboración de ejemplares con material textil en el que los participantes pudieron construir narrativas a partir de pequeños trozos de tela o prendas viejas que ya no se usan.
Pero no solo en la capital se organizaron iniciativas de promoción de la lectura. El resto de la provincia también se implicó de lleno para disfrutar del Día del Libro. Así, en O Carballiño los alumnos de la escuela infantil de A Galiña Azul escucharon atentamente un cuentacuentos en el salón de actos de la Casa da Cultura y en diferentes colegios e institutos el protagonista fue el libro con lecturas continuadas y talleres.