2018 fue el año con menos nacimientos de la última década

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

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El primer ourensano del año, Daniel, nació a las nueve y media de la noche

02 ene 2019 . Actualizado a las 17:07 h.

Las cifras continúan siendo alarmantemente negativas para la provincia de Ourense en cuanto a nacimientos se refiere. Y 2019 no parece ser el año que vaya a cambiar la tendencia a la baja de la última década. Durante el año que acaba de finalizar, en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), vinieron al mundo 1.293 niños.

Los datos muestran que en el año 2008 nacieron 585 bebés más que en 2018. Y en esta década la curva de la natalidad no hizo más que descender en caída libre. Hace diez años se alumbraban una media de casi cinco niños al día en el Materno Infantil de Ourense, frente a los 3,40 que vinieron al mundo el último año. Tan solo se observa una pequeña estabilización de los datos en los años 2013 y 2014, cuando la media se estancó en los 4,25 nacimientos diarios.

De los partos múltiples atendidos en las instalaciones hospitalarias, veintiséis fueron gemelares y uno de trillizos. Dato llamativo teniendo en cuenta que desde el año 2011 no se producía ningún alumbramiento de tres bebés de forma conjunta.

Con todo, si el año pasado podíamos decir que el 2017 había sido el peor año de la década en cuanto a alumbramientos en el 2018 el mantra, lamentablemente, se repite. Han venido al mundo 166 bebés menos. Y uno de cada diez de los que nacieron, lo hicieron de forma prematura. Esos son los datos que deja el año recientemente finalizado.

Siguen viniendo al mundo más niños que niñas, aquí la tendencia no cambia. Aunque la pirámide poblacional se equilibre con el paso de los años. En el 2018, de los partos registrados en el Materno Infantil de la capital de la provincia, el 50,30 % de los nacidos tuvieron género masculino frente al 49,70 % que fueron de género femenino, según dejan ver los datos ofrecidos por el complejo hospitalario.

Tan solo el 2017 el porcentaje varió considerablemente. casi el 59 % de los nacidos fueron varones mientras que el 41 % fueron mujeres.

En cuanto a los meses que más alumbramientos hubo se sitúa en primera posición junio -con 116 bebés-, seguido por agosto, -con 114-. Se puede decir que, por regla general, los meses de temperaturas más agradables y calor son los que más ourensanos nacen. En el extremo opuesto, febrero fue el mes en el que menos mujeres dieron a luz: tan solo 86 niños nacieron en el complejo hospitalario de Ourense. Le sigue de cerca marzo -durante el cual tuvieron lugar 89 partos- y octubre y noviembre, que tampoco resultaron muy prolíficos para contribuir al aumento de la población ourensana. Ambos meses del almanaque empataron con un total de 94 alumbramientos.

El primer recién nacido del 2019 se hizo de rogar. Parecía que se repetiría la mala suerte del pasado año porque Daniel no nació hasta un minuto antes de las nueve y media de la noche. Pero al final hubo suerte. Pesó, según la información aportada desde el hospital Materno Infantil de la capital, tres kilos exactos. Sus padres, Verónica González y Marcos Fernández, y familiares y personal médico se mostraban felices poco después del parto.

El 2018 no tuvo a su primer ourensano hasta bien entrada la noche del día 2 de enero.

«Siempre quisimos tener dos por lo menos»

Vera fue la última niña que vino al mundo en Ourense en el 2018. Tras cinco horas de parto, a las 15.30 horas del 31 de diciembre, nacía con un peso de 3 kilos y 670 gramos en el hospital Materno Infantil. Sus padres, Raquel Rodríguez e Iván Arias, recibieron el año entrante felices de tener entre sus brazos a una nueva integrante en la familia. «La verdad es que estamos muy contentos porque todo salió bien y el personal fue amable y atento», explica la madre.

En su caso, no son padres primerizos. Tienen otro retoño de tres años, que se llama Izan, que este curso ha empezado el colegio. «Nunca quisimos tener un hijo solo, siempre planeamos tener dos por lo menos para que pudieran jugar. Así que era cuestión de tiempo que llegara el segundo. Lo que pasa es que hasta que el primero no empezó el cole, era complicado para dedicarse bien a los dos. De este modo tampoco se llevan mucha diferencia de edad e Izan empieza a ser más autónomo», cuenta Raquel Rodríguez todavía en el hospital.

A sus 35 años, es consciente de que cada vez es más común dar a luz a edades más avanzadas. «La media de edad para ser madre es más alta cada año. Y sobre todo te das cuenta en las clases preparto», añade.

Y pese a que la media de nacimientos diarios en el CHUO se sitúa en los 3,40 niños, al cierre de la edición de este periódico todavía no había venido al mundo el primero del recién estrenado año. «Yo creo que hacen falta más ayudas, tanto en el ámbito laboral como en el social por parte de las administraciones públicas. Es un modo fundamental de impulsar que la gente se anime a tener hijos», finaliza la madre de Vera.

Santi M. Amil