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«Non está de máis que manchen as mans coa terra para aprender»

E. Filgueira OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

Juan Pose es el profesor más antiguo del centro, ha presenciado todos los cambios y planteado nuevos retos para el instituto

21 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los fogones y las máquinas de café funcionan casi a pleno rendimiento todos los días de la semana en este centro de Formación Profesional. Las copas y los cubiertos se sacan a relucir a mediodía. De lunes a jueves trabajan engranándose el ciclo de cocina, el de panadería y repostería y el de servicios. «Observabamos que cando traballaban para os seus compañeiros ou mestres facíano sen a tensión que require tratar cun cliente descoñecido. Sen a aprendizaxe baixo presión tan necesaria», confiesa Juan Pose mientras un grupo de alumnos aprende a preparar cócteles.

Este fue el motivo principal que originó que, mediante reserva, los martes y los jueves personas particulares o trabajadores de zonas próximas puedan comer a precios asequibles.

«Primeiro comezan ofrecendo menús do día e despois pasan aos menús degustación. Finalmente os alumnos rematan por enfrontarse a unha dinámica de menú moito máis complexa. E para os que están no ciclo de servizos o trato cos clientes é a metade da formación. Cando chegan ás empresas son moito máis resoltos», valora sobre el proyecto puesto en marcha hace unos años. Y tanta aceptación ha tenido entre el público que es necesario reservar con antelación puesto que hay meses en los que las plazas se llenan por completo.

Uno de los retos del centro a largo plazo es conseguir que los alumnos de cocina no solo aprendan en los libros de dónde vienen los alimentos, sino que entiendan de qué depende la calidad de los mismos con la práctica. «Temos un invernadoiro ao que queremos sacarlle máis partido. Non está de máis que se manchen as mans coa terra, e non so na cociña. Ao final, o seu traballo no prato depende tamén do bo traballo feito anteriormente coas materias primas. E ademais teñen que comezar a apostar polos produtos ecolóxicos e sostibles», explica el profesor señalando la zona reservada para cultivos ubicada entre dos módulos del instituto.

Entendiendo que pasado no quiere decir atraso, han decidido echar también la vista atrás para rescatar lo mejor del conocimiento popular. Aprovechando el treinta aniversario, los alumnos plantarán rosas cerca de las viñas con las que cuenta el centro. «Es increíble que un método tan sencillo e infalible para detectar las plagas en los viñedos esté tan en desuso», finaliza Sonia Ferro, la orientadora del centro formativo.