La jueza considera que la acusada cometió un delito de atentado y le impone seis meses de prisión por golpear en la cara a la víctima
06 nov 2019 . Actualizado a las 16:20 h.Las agresiones al personal sanitario son más frecuentes de los deseable y en muchas ocasiones llegan a los juzgados. Así ocurrió con el incidente que tuvo lugar en la tarde del 27 de julio del 2018 en la unidad de Urgencias del Complexo Hospitalario Ourensano, en el que resultó herida una auxiliar de enfermería. Ahora la titular del Juzgado de lo Penal dos de la capital ha considerado que aquel episodio fue un delito de atentado contra un funcionario e impone una condena de seis meses de prisión a la autora de los hechos, Paloma M. O. A pesar de que la denunciada no se presentó al juicio, para la magistrada no han quedado dudas respecto a su responsabilidad en un incidente ocurrido después de que la acusada acudiera al servicio de urgencias. Ya desde el primer momento los sanitarios detectaron que se encontraba «en un evidente estado de agresividad», por lo que se tomó la decisión de adoptar «medidas de contención». Estas acciones implican atar un miembro superior y uno inferior del paciente, y así lo hicieron en este caso. Más tarde, cuando la paciente ya había recibido asistencia sanitaria y permanecía acostada en una camilla, una auxiliar de enfermería se acercó a ella para taparla. En ese momento fue cuando Paloma M. O. le propinó un golpe con el puño en la cara. Según expusieron las compañeras de trabajo, la agresión «tuvo una considerable virulencia, pues aparte de ser muy sonoro le dejó la cara totalmente enrojecida».
Precisamente, la declaración de esas testigos de la agresión, junto con el testimonio de la perjudicada y el parte médico, han sido prueba suficiente para desvirtuar la inocencia de la acusada. La jueza tiene en cuenta que debía saber que estaba agrediendo a una funcionaria sanitaria y, además de la pena de prisión, le impone una multa y la obligación de indemnizarla con 316 euros.