Miguel García preside la Fundación Festa da Istoria desde hace catorce años
29 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El ambiente de las calles ribadavienses viajará, por dos días, hasta el más absoluto medievo. Más de uno marca en su calendario la fecha en la que se celebra la Festa da Istoria, que comienza hoy y se extenderá hasta el sábado. Al frente del evento se encuentra Miguel García (Ginebra, 1973), presidente de la fundación que organiza la fiesta desde hace más de treinta años.
-Se cumplen treinta y una ediciones de la Festa da Istoria que comienzan esta noche con un concierto. ¿Cuál es el balance?
-Consideramos que la Istoria está completamente consolidada y es por eso que tratamos de ofrecer algo nuevo cada año. Lo cierto es que la fiesta goza de una salud envidiable, pues cuenta con muchos voluntarios y con una implicación vecinal muy fuerte. Ese es su punto fuerte, y el éxito que tiene es gracias a esto.
-¿Presenciaremos alguna novedad este año?
-Sí, la novedad es que hoy se incorporará un concierto de música como actividad previa a los dos días de fiesta. Para ir calentando motores y para subir la intensidad de jueves a viernes y a sábado. Todos los años se traen diversos grupos, por ejemplo, de música. Este año viene uno de Italia que trae percusión y trompetas y hace un lanzamiento de banderas al aire. Lo dejamos de traer hace diez años y consideramos que volver a retomar esa actividad tan vistosa estaba bien. Lo hacemos también para traer grupos de fuera y abrir fronteras. Y para que la fiesta consiga un caracter más internacional, pese a que hoy por hoy lo tiene.
-La realización de la fiesta, ¿continúa apoyándose en la labor de los voluntarios?
-Sí, sí. De hecho, puedo decir sin lugar a dudas que es el eje fundamental de la fiesta y que sin esa participación e implicación nada de esto tendría sentido. Sería una fiesta más. Tampoco se percibiría ese arraigo que se consigue gracias a la decoración que monta la gente en sus casas, a las bodegas que se prestan, a los familiares que participan en actividades propias de teatro, a la gente que pinta banderas y comercializa trajes para ese día... En fin, no me quiero olvidar nada, porque todo es fundamental. La Istoria es un dinamizador social muy importante para Ribadavia.
-¿Cuántos son?
-Durante todo el año rondamos la cifra de 350 voluntarios. No es una exageración.
-Años atrás se quejaban de que no contaban con mucho presupuesto...
-Sí, siempre pedimos más. Evidentemente, aparte de la colaboración ciudadana, cuando quieres crecer un poco, los presupuestos son importantes. Decorar más calles, traer grupos un poco mejores, internacionalizar... El presupuesto siempre se puede mejorar. La fiesta se puede realizar gracias a los voluntarios, pues si se tuviese que pagar el trabajo realizado desinteresadamente por esta gente, el presupuesto no nos llegaría ni para la cuarta parte.
-Parece tarea complicada organizar un evento de semejante magnitud
-Sí. Hay que trabajar durante un tiempo para ello, pero bueno, es un trabajo duro pero es grato. Al final la recompensa de ser un evento reconocido y que llegue gente de muchos sitios y se lo pase bien, pues eso nos ayuda a continuar.
-En una entrevista afirmaba, en referencia a esta fiesta, que «la fama es por algo». ¿Cómo consiguen que tanta gente viaje en el tiempo?
-Los maravedís, la decoración de las calles, conseguir que la gente se vista de época... Podemos decir que en la Istoria es donde se viste más gente de época, con diferencia.
-¿Cuántas personas se esperan este año?
-No hay un dato exacto, pero sobre unas 40.000 entre el viernes y el sábado. Hay gente que dice 100.000, pero sabemos cuánto ocupa esa gente, y no.