Un viaje al más absoluto medievo

Sara Pérez Peral
Sara Pérez OURENSE

OURENSE

Agostiño Iglesias

Comienza el último día de la Istoria

31 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Que las recreaciones históricas mueven a muchísima gente es un hecho. Y que la Festa da Istoria, en Ribadavia, es una de las que gozan de mayor prestigio también. Miguel García preside la fundación que organiza el festejo desde hace catorce años. Después de la experiencia que le ha otorgado el tiempo, y el laborioso trabajo, puede asegurar que la fama que tiene la Istoria es «por algo». Y ese algo está compuesto por un mar de actividades muy atractivas, y muy medievales, repartidas durante todo el fin de semana. Pero el verdadero éxito de la fiesta reside en la colaboración ciudadana. En Ribadavia se prepara la Istoria mediante el trabajo de todo un pueblo unido durante un año. Y el fruto de todo ese esfuerzo remata con el buen sabor de boca que se le queda a la gente cuando vuelve a su casa el domingo de madrugada. En aras de internacionalizar un poco más el evento, los organizadores apuestan por grupos extranjeros, como «Sbandieratori Di Vignanello».

Hay una cosa que uno debe de saber antes de embarcarse en la aventura de la Istoria. Allí todo es lo más medieval posible. Cualquier detalle se cuida, hasta el tipo de moneda. Así que si se tiene pensado comprar cualquier cosa en los puestos de artesanía o en las bodegas, tendrá que utilizar los maravedís. A las diez y media se habilitará el banco de la Alhóndiga, destinado a este cambio de dinero. El día de la expectación y de las grandes promesas medievales es hoy. Y comienza con el gran desfile de la Istoria a las once de la mañana.

Ciertas actividades sobresalen más que otras por la tradición y por la historia que llevan detrás. Una de ellas es el ajedrez viviente, que se celebrará a las 13.30 horas en el auditorio del castillo. Y otra, la boda judía, que tendrá lugar a las dos de la tarde. Existen algunos requisitos para poder participar en ellas, y es que debes acudir vestido de época. Y eso ofrece privilegios para algunos que muchos aprovechan. Así Miguel García puede presumir de que no ha visto ninguna otra recreación histórica con una respuesta tan masiva de personas vestidas con las ropas del más absoluto medievo.