La zona afectada desde el pasado viernes es diferente a la de ocasiones anteriores
12 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado viernes, la N-120 quedó cortada a su paso por la capital ourensana, a la altura del punto kilométrico 563, en su margen izquierda. La caída de piedras sobre la vía obligó a cerrar la circulación en ambos sentidos y a desviar el tráfico por vías alternativas. Si bien en ocasiones anteriores, estos desprendimientos simplemente obligaban a cortar una parte de la vía y a regular el paso con semáforos, en esta ocasión el derrumbe ha sido mayor, afectando a toda la vía.
Fomento comunicó que actualmente se está trabajando de forma continua en la limpieza, saneo y estabilización del talud, a la vez que se han implantado los desvíos de vehículos ligeros, a través de la N-120a; y pesados, por la N-540 entre Ourense y Chantada y la vía autonómica CG 2.1 entre Chantada y Monforte.
Los responsables de Carreteras explicaron que de momento no es posible poner una fecha de reapertura de la N-120, «ya que es necesario priorizar la seguridad del tráfico y los trabajadores, y asegurar el talud afectado por los desprendimientos». Lo importante ahora, señalaron, es dar solución a este problema concreto. El comportamiento de los márgenes de la N-120 en esa zona, señalan desde Fomento, es complicado a nivel geológico y geotécnico. Además, hay que apuntar que la intensa lluvia de los últimos días pudo estar detrás del desprendimiento de la semana pasada que, por suerte, no provocó ningún accidente o heridos, y de los que la vía ha venido soportando en los últimos años, en otros tramos de la nacional a su paso por el municipio ourensano.
Apuntan desde Fomento, con respecto a los desprendimientos de la pasada primavera en la N-120, que conviene aclarar que su ubicación, aunque es cercana, no coincide exactamente con los que se han producido este viernes. «Es decir, no se trata de un fallo de ejecución de la estabilización del talud en primavera», señalan.