O Barco recuperará el cine comercial la próxima semana

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

A día de hoy el único cine comercial abierto en Valdeorras está en el centro cultural Avenida de A Rúa
A día de hoy el único cine comercial abierto en Valdeorras está en el centro cultural Avenida de A Rúa LOLITA VÁZQUEZ

La sala ruesa está a punto de llegar a los 250.000 espectadores

16 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El cine de A Rúa está a punto de llegar a los 250.000 espectadores. Es el recuento de 21 años de historia del centro cultural Avenida como instalación municipal, que vive una época dorada tras la recuperación del cine comercial tras varios años sin programación por no tener proyector digital. La adaptación tecnológica le ha permitido volver a dar cine de estreno, y el cierre temporal de la sala de O Barco le ha dado alas. El mes de octubre remató con un balance de 1.560 espectadores y una recaudación de 7.800 euros, un dato que Vicente Solarat, edil de Cultura, reconoce que en parte se debe a la situación barquense. Una situación que tiene fecha de fin. La próxima semana volverá a haber cine de estreno en el teatro Lauro Olmo.

«En O Barco hay una gran tradición de cine, por el trabajo de gente como Anxo Santomil o José María Rodríguez del cineclub Groucho Marx, así que la gente viene aquí al estar cerrado el suyo», dice Solarat. Y añade: «Lo notas porque llegan y ves que no saben dónde está la taquilla». Cintas como O que arde o Jocker han atraído a los barquense y también a gente del resto de la comarca. Los cinco euros que cuesta la entrada y los 10 kilómetros que separan O Barco de A Rúa hacen el Avenida más atractivo (y más barato) como destino para ver una película. «Pero no solo de O Barco, también viene gente de Petín, de Larouco, de Quiroga y hasta de Viana», asegura Solarat. En parte por el trabajo de acercar la cartelera a la gente, porque además de publicarla a través de las redes sociales, el Concello de A Rúa reparte programas de mano en los ayuntamientos limítrofes. «Somos un cine vintage, que conserva el sabor, el olor y la emoción de los cines de antes», remarca Solarat. 

Un edificio de 25 millones

El edil de Cultura era alcalde cuando el Concello compró el Avenida. Fue una inversión de 25 millones de pesetas para hacerse con un edificio que ahora es también sede de Protección Civil y centro de conferencias. Y en el que además de cine se programa teatro, aunque esta parte se ha ido recortando para apostar por el séptimo arte. «El cine supone el 90 % de la recaudación, así que apostamos por hacer más proyecciones y quitar teatro, porque así hacemos el Avenida medianamente rentable», esgrime Solarat. Él mismo se encarga de elegir las películas, que no pueden ser más de dos por fin de semana (las proyecciones son de viernes a lunes) al no tener más que una sala (aunque de cara al puente de diciembre y Navidad barajan proyectar hasta tres títulos). La del domingo a las ocho de la tarde es la sesión con más éxito de público.

Veintiún años dan para mucho. Ha habido mucho cine de estreno en el Avenida, que se abrió con un pase gratuito de Un paseo por las nubes, con las 381 butacas ocupadas. La primera película por la que hubo que pagar (allá por abril de 1998) fue Siete años en el Tíbet. Y la más taquillera fue Titanic. La tragedia romántica protagonizada por Kate Winslet y Leonardo Di Caprio reunió a 1.700 espectadores, dice Solarat. Ahora la media por fin de semana (que es lo que dura una película en cartelera) es de 420 personas.

La gestión, a concurso

Solarat es consciente de que la cifra podría bajar a partir de la próxima semana, cuando vuelva el cine de estreno a O Barco.

El gobierno ha decidido recuperar las proyecciones tras abrir expediente de rescisión de contrato a la empresa adjudicataria (que tenía que estar proyectando desde septiembre, pero se niega). Se le dio la oportunidad de alegar pero no presentó nada, así que el expediente sigue su curso. Mientras, el Concello ha contactado con otra empresa para volver a proyectar cine. Será una medida provisional, porque la gestión volverá a salir a concurso. Los técnicos trabajan ya en la redacción del pliego de condiciones para que las empresas puedan presentarse, según avanzaba el alcalde, Alfredo García.