Fin al viaje de quince minutos por una carretera del siglo pasado

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa OURENSE

OURENSE

Fomento reabrirá el viernes, aunque con un solo carril, la N-120 entre Ourense y Monforte tras el desprendimiento del 8 de noviembre

29 nov 2019 . Actualizado a las 11:27 h.

El cierre de la N-120 por un desprendimiento durante veinte días hizo que conductores y camioneros sufrieran las consecuencias de unas rutas alternativas en mal estado o con un gran rodeo. Desde hoy se reabrirá un carril de paso alternativo en el punto kilométrico 563,100. Será «a media tarde» cuando pueda usarse de nuevo la N-120 para llegar a la ciudad, según explican desde el Ministerio de Fomento. No hay una hora concreta, así que de momento sigue cerrada al tráfico, por lo que los conductores deben de seguir usando el desvío alternativo.

El corte de la N-120 por un derrumbe, en el tramo que se utiliza como conexión entre la capital ourensana y la comarca de Valdeorras, lleva directamente a los conductores que diariamente tienen que hacer ese recorrido al siglo pasado. Durante estos días son muchos los veteranos pilotos que recuerdan batallitas de los años sesenta y setenta al tiempo que se preparan para un recorrido de nueve kilómetros llenos de sobresaltos.

Ruta por la antigua nacional debido al desprendimiento en la N-120
Ruta por la antigua nacional debido al desprendimiento en la N-120 MIGUEL VILLAR

La aventura comienza a escasos metros de la presa de Velle, cuando el corte de la carretera obliga a los conductores a salirse del vial por un paso inferior. Si viajas en un turismo, la ruta que te queda es por la N-120 A, la antigua vía de comunicación con el oriente ourensano. Durante un período de unos quince minutos, los viajeros se enfrentan a una carretera sinuosa, con acentuadas curvas, con una calzada más estrecha de lo recomendable para la seguridad y que durante estos días está masificada, con un trasiego de vehículos que ya no recordaban los vecinos de núcleos como Velle o Vilariño. Otro de los inconvenientes que se encontrarán los usuarios de la N-120 mientras duren las obras de reparación del talud que se vino abajo a la altura de Velle es la peliaguda señalización horizontal de la carretera. Pese a lo sinuoso del trazado, en la mayoría del recorrido está vigente una línea discontinua que en algunos casos se mantiene en zonas de escasa visibilidad, lo que ha provocado numerosos sustos a los conductores durante estos días.

Ruta por la antigua nacional debido al desprendimiento en la N-120
Ruta por la antigua nacional debido al desprendimiento en la N-120 MIGUEL VILLAR

Nada más coger el desvío en la ciudad, llega la primera zona reducida a 50 kilómetros por hora durante todo el núcleo urbano de Velle. En esta primera fase del viaje, las largas rectas ayudan a hacer más llevadero el rodeo. Sin embargo, según se va dejando atrás el Concello de Ourense la carretera se vuelve más sinuosa y llegan los estrechamientos en puentes con delicadas curvas y con indicaciones de reducir la velocidad hasta los 40 o incluso los 30 kilómetros por hora.

Cuando llega el momento de reincorporarse a la N-120, a al altura de Frieira (Concello de Pereiro de Aguiar), llega una última sorpresa para el conductor, ya que el último tramo se encuentra sin señalizar y en un recorrido con una fuerte pendiente, no exenta de baches.

La señalización durante todo el trayecto es adecuada y ha mejorado con respecto a los primeros días del corte de tráfico, donde no estaba tan claro cuál era la ruta que tenían que seguir los vehículos pesados y los ligeros. Más allá de eso, el malestar entre los conductores es evidente, tanto por el retraso que supone este desvío por la vieja nacional, como por el hecho de transitar por un vehículo que ofrece escasas garantías de seguridad y que no está, ni mucho menos, preparado para asumir un volumen de tráfico como el que soporta desde el corte.

La carretera de Lugo: Una opción no apta para camioneros despitados

Los camioneros son, sin duda, el colectivo que más está sufriendo las consecuencias del cierre de la N-120, a la altura de Velle, por un desprendimiento de tierra. La imposibilidad de transitar por el recorrido habilitado para los vehículos ligeros, empuja a los camioneros a una ruta que supone 22 kilómetros más de ruta, con el consiguiente incremento de la factura de gasolina, y un retraso en tiempo superior a los quince minutos.

Recorrido por la carretera de Lugo hasta Monforte para los camiones
Recorrido por la carretera de Lugo hasta Monforte para los camiones Santi M. Amil

La ruta alternativa para camioneros arranca en el puente de Velle, donde son desviados hacia la carretera de Lugo (N-540). A partir de ahí comienza un peregrinaje por la N-525 hasta Cambeo. La velocidad debe de reducirse, toda vez que entre el Viso y Gustei está instalado un radar de tramo que limita la velocidad hasta los 70 kilómetros por hora. Además, hay varias zonas urbanas con la velocidad limitada a 50. En Cambeo, llega el momento de coger la carretera de Lugo. «Desde el corte de la N-120 se ha aumentado mucho el volumen de camiones. Aquí paran muchos que se perdieron o que llegan medio despistados», explica uno de los empleados de la gasolinera de Cambeo. El recorrido hacia Valdeorras sigue con normalidad por la ruta lucense hasta llegar a Chantada, donde los camiones deben de coger la vía rápida que les llevará hasta Monforte. Será en la comarca de Lemos donde retomen el recorrido por la N-120. Se trata de una alternativa que, a diferencia de la activada para los vehículos ligeros, no cuenta con grandes dificultades para la conducción ni graves carencias en el firme. El contrapunto, sin embargo, está en el aumento del tráfico de vehículos pesados y también en el hecho de que la distancia a recorrer es significativamente más elevado. En los días laborales, es habitual ver como comparten carretera los camiones del sector primario que habitualmente usan esa ruta para acudir a la zona de Lugo con los camioneros de las pizarreras, el sector más potente en la comarca de Valdeorras.

A los inconvenientes habituales hay que sumar en ocasiones los despistes o la falta de respeto a las indicaciones por parte de algunos camioneros. Tal y como asegura un operario de la empresa que ejecuta las obras en el talud, hay un goteo de camiones que llegan hasta el punto donde está cortada la carretera en dirección Ourense —a la altura de Pereiro de Aguiar— tras haber ignorado o no haberse percatado de ninguna de las numerosas señalizaciones que se han encontrado por el camino. Esto les obliga a tener que dar la vuelta hacia Monforte, toda vez que está prohibida su circulación por el desvío de la antigua nacional 120.

La señalización de los desvíos para los camioneros se divide en la analógica y la digital. La primera puede llegar a ser confusa en algunos puntos, como es el caso de la rotonda situada al pasar el puente de Velle. La que está en los paneles de tráfico es mucho más clara.