El COB se impuso en un partido de pico y pala y consiguió una buena renta para el "average" a final de temporada
10 ene 2020 . Actualizado a las 23:29 h.Victoria con sabor a media permanencia. Así podría calificarse la conseguida por el COB ante un Lleida (64-49) que se mostró como el peor equipo que pasó por el Pazo en lo que calidad ofensiva se refiere, pero que a base de dureza defensiva, se logró mantener vivo en el partido hasta el último cuarto, donde los cobistas plasmaron su superioridad durante todo el partido.
El partido fue de más a menos. Comenzó con una alta anotación en el primer cuarto, gracias a la fragilidad defensiva de ambos conjuntos y los ataques se fueron diluyendo al mismo tiempo aumentaba la intensidad defensiva, siendo siempre un partido igualado y con alternancia de errores y aciertos.
Balaban y Van Wijk comenzaron jugando a placer con un 8-0 en los primeros tres minutos, pero el ataque cobista era lento abusando del bote y con la mayor parte de los ataques al límite de la posesión. Apareció el acierto en el triple de Lleida, con sus cuatro primeras canastas desde el 6,75 y la exhibición de Stuzt, que como el año pasado volvía a dar un recital de sobriedad para liderar el ataque de su equipo con diez puntos en el primer cuarto. El COB se mantuvo con mínimas rentas a su favor por el acierto en el triple de Alvarado y Pluta, pero en el comienzo del segundo cuarto todo cambió.
Gonzalo García de Vitoria comenzó su arsenal de novedades tácticas con cambios de cinco jugadores en dos quintetos diferenciados que rompió introduciendo la variedad de jugar con dos cincos en pista, Serrano y Balaban.
Mientras Lleida ya se había cogido el mando en el marcador (22-23) y el choque en el segundo cuarto fue más espeso, con numerosos errores en ambos ataques y la aparición de Wood y su acierto en el triple como tabla salvadora de un COB que mantenía a duras penas por delante en el marcador al descanso (36-31), gracias a su mejoría defensiva y con la única novedad respecto a otros partidos que llegó dominando el rebote con siete capturas más.
Tras el descanso quedó claro que el partido era de pico y pala y se tenía que ganar desde la defensa. Aranzana y su equipo optaron por aumentar la contundencia defensiva y se entró en una guerra de guerrillas de la que solo Stuzt por el conjunto ilerdense, que seguía con su recital y Van Wijk o Pluta en el COB, conseguían ver aro, pero siempre desde el triple y este nuevo escenario, los cobistas salieron dominando el marcador con nueve puntos de ventaja al final del tercer cuarto (51-42).
Ventaja que se ampliaría con dos canastas de Ott en el inicio del último cuarto (55-42), pero al conjunto ourensano le seguía faltando fluidez en ataque, sobre todo en el interior cuando Serrano estaba en pista.
La buena noticia es que Lleida igualó el conjunto de errores y se mostró como un equipo errático y con escasos recursos para ver aro, como lo demuestran los 7 puntos anotados en el último cuarto y el COB aumentó su ventaja punto a punto para poder afrontar un final de partido más plácido del que se esperaba y pensando en conseguir una buena renta de cara al average final. Se llegó hasta los 17 puntos de ventaja y al final se quedaron en 15, una buena renta, pero mejor la respuesta del equipo tras cuatro derrotas consecutivas.
El sábado comenzará la segunda vuelta en el Pazo ante Almansa, otro partido clave para certificar la permanencia y de no surgir problemas con la ficha, debutará el nuevo fichaje, Yankuba Sima.