Veinte familias ourensanas se benefician del banco de material ortoprotésico

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

La asociación contra el cáncer de la provincia ofrece de forma gratuita el servicio

01 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2004 la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Ourense puso en marcha el banco de material ortoprotésico. La donación por parte del CHUO de antiguas camas con manivelas fue el punto de partida. En la actualidad muchos enfermos de cáncer y sus familias se benefician de un servicio gratuito que les ayuda a hacer más llevadera la dolencia en casa. El banco se surte básicamente de donaciones particulares y de aportaciones de asociaciones que llevan a cabo actividades benéficas.

El banco ha ido aumentando sus fondos con el tiempo. En el 2018, 17 familias ourensanas se beneficiaron del servicio. El año pasado, fueron 21, y en lo que va del 2020, la cifra es de 5. Hay 12 en activo, son usuarios que llevan varios años haciendo uso de los materiales. Se trata de un servicio gratuito y los beneficiarios únicamente tienen que abonar entre 10 y 50 euros de fianza. Una vez que dejan de utilizar el material, lo devuelven a la asociación que, tras una puesta a punto, lo ofrece a otras familias.

Agustín Meiriño, de la AECC en Ourense, señala que lo que más se demanda en la provincia son camas articuladas y grúas, indispensables para las familias que viven en casa con enfermos que necesitan cuidados paliativos. «Una cama de este tipo puede llegar a costar 900 euros y una grúa, 1.500. Es un gasto grande y a las familias les quitamos un peso», afirma. El problema, ahora, es poder hacerse con colchones adecuados, ya que no sirve, como ocurría antes, el que se utiliza en una cama normal. Por eso, la asociación está en fase de negociación con una empresa para poder incluirlos en el banco de material ortoprotésico.

Una travesía a nado por O Grove ayuda a paliar el esfuerzo de los cuidadores

Las razones por las que las personas se animan a contribuir a causas benéficas son variadas. En el caso de Felipe Iglesias Mira está clara. La muerte de varias personas cercanas a causa del cáncer le llevó hace dos años a iniciar el reto #EuNadoPorEles. «Decidí hacerlo por experiencia propia. Viví la enfermedad de cerca, con la muerte de mi padre, de mi suegro y de la mujer de un amigo», explica.

Todo el que quiso financió su preparación para la segunda prueba de la Triple Corona entre la isla de Sálvora y la localidad de O Grove. Un total de 19 kilómetros que le llevaron a conseguir 2.580 euros, que se invirtieron en el banco de material ortoprotésico que fue entregado este viernes. «En verano me dedico a hacer travesías a nado y hace dos años que empecé a colaborar con la asociación porque quería buscar un valor añadido a los entrenamientos y a la prueba», relata Iglesias Mira. De ahí surgió la colaboración con la asociación contra el cáncer. «Casi todo el dinero fue a través de particulares. Teníamos una especie de diario en el que se reflejaban los entrenamientos que iba haciendo y eso se traducía en pequeñas aportaciones, dependiendo de los metros. Ellos eran padrinos», explica. Las personas que colaboraron tiene nombre y apellido y están reflejadas en el blog #EuNadoPorEles en el que fue relatando día a día la experiencia. «La gente aportaba por cada día de entrenamiento. Es verdad que hay conocidos, amigos y familiares; pero me sorprendió que hubiera gente que no conozco e incluso mucha de fuera de Ourense. La idea se extendió por muchos sitios», explica.

En el 2018, lo recaudado se destinó al programa de ayuda a familiares en duelo. Fueron 1.600 euros. «Pregunté a los de la asociación y este año me dijeron que querían ampliar este banco de material, que es principalmente para paliativos». Al final, comenta, el mal tiempo impidió recorrer los 19 kilómetros -la prueba se acortó- pero las aportaciones llegaron igual y superaron a las del año anterior. No sabe si podrá repetir en el 2020, pero no porque no quiera, sino por falta de tiempo. No se dedica de forma profesional, aunque le queda la tercera prueba de la Triple Corona. «Supone entrenar mucho tiempo, es mucho más dura», dice. El reto, conseguido.