Manuel Zabal: «Me encuentro a mis antiguos alumnos llevando de la mano a sus hijos»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El antiguo profesor de Literatura del IES As Lagoas acude habitualmente a leer a la nueva Biblioteca Pública

15 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A las afueras de la Biblioteca Pública, sin apenas gente visible en las cercanías, caminaba este viernes Manuel Zabal (Teruel, 1944). No lo sabe a ciencia cierta, pero intuye que su apellido es de origen navarro. De Estella. Pero él nació en el seno de una familia de campesinos arraigada en el Aragón profundo, el que poco a poco se ha ido vaciando. «Y mi cabeza está allí, mentalmente las 24 horas del día, pero la gente por la que lo echas de menos ya no», dice.

Su padre fue militar, así que parte de su infancia pasó cerca de los cuarteles. De los años de la Guerra Civil se encontró con armas, también algún esqueleto. Pero además, también el aprecio por historiadores como Santos Juliá, quizá una de las grandes figuras nacionales de su gremio durante el siglo pasado. Zabal, por su parte, encontró su camino en la literatura. Ahora está jubilado, pero con 40 años fue uno de los profesores que abrió las puertas en los inicios del instituto de As Lagoas. Y por aquel entonces, el centro educativo se situaba casi en lo que muchos entendían como la periferia de la ciudad. «Nació como un instituto de barrio. Algunos padres te llegaban con magdalenas. Ahora, me encuentro a mis antiguos alumnos llevando de la mano a sus hijos», cuenta. Y As Lagoas, en cierta forma, tampoco es el paraje al que él llegó. «Tras todos estos años, está también en el centro de la ciudad», añade.

Zabal acudía casi a diario a la Biblioteca de la calle Concejo hasta que se trasladó el fondo documental a las nuevas instalaciones tras el Auditorio Municipal, inauguradas a finales del año pasado. Y el docente acompañó el traslado para mantener una rutina que le ha llevado a mantener el contacto con otros usuarios habituales. «Muchos de los que me he encontrado aquí, al cambiar la ubicación, son viejos conocidos. Casi todos son colegas de toda la vida», dice.

El fondo de la Biblioteca

A inicios de febrero, falleció el ensayista e intelectual George Steiner. Y Zabal, ante situaciones de este tipo, siempre intenta acercarse a la Biblioteca para ver qué obras del finado hay disponibles. «Se gastó mucho dinero en esta instalación, pero es que siempre, busques lo que busques, tienes los libros que deseas cuando haces la búsqueda por Internet», cuenta. Cuando pasó lo de Steiner, su reacción fue inmediata. «Me dije: ‘Anda, pues igual en la Biblioteca tienen algo’. Y sí», explica.

Pero los gustos de Manuel son variados. Menciona al escritor hispanista Gerald Brenan, británico de nacimiento, andaluz de corazón y autor de Al sur de Granada. Como Brenan, Manuel mantiene su cariño hacia su tierra natal sabiendo que quedará atado para siempre a la que ahora pisa. Antes de llegar a Ourense, Manuel estuvo destinado en Barcelona. Técnicamente, vio tres mundos muy distintos durante su andadura como docente. Del rural aragonés a la Cataluña industrializada, para llegar al interior de Galicia que, a finales de los 70, se medía al primer gran episodio de la Transición: las elecciones generales de las que salió ganador Adolfo Suárez.

«Echo de menos figuras políticas como las de aquel entonces: Suárez, Felipe, Carrillo o Fraga», dice Zabal. Manuel opina que la sociedad del país vuelve a estar inmersa en una época de cambio, pero a él le queda la duda de cómo responderá. Y en particular, cómo lo harán los jóvenes. «Ahora os toca decidir a vosotros qué futuro queréis», advierte. Y mientras tanto, él liga al suyo a pequeños placeres de la vida, como acudir a diario a revisar qué hay de nuevo en las estanterías.

«Hay libros que vuelvo a leer porque siempre encuentras datos»

Los gustos de Manuel Zabal son variados, pero se desliza un particular interés por autores que recorrieron la España previa y posterior a la Guerra Civil. Sin embargo, algunos de los títulos que lee ya los tocó previamente. Es uno de sus hábitos: como quien vuelve a ver una película por enésima vez y siempre se encuentra una escena que se le había escapado, a Manuel le pasa los mismo con obras que ya cerró. «Los repito, pero no por nada especial, sino porque me gusta consultar y encontrar datos, o encontrarme con enfoques que no había visto previamente. Y sí, soy un usuario bastante habitual de la Biblioteca, pero nada más que un simple lector», explica.

En otros momentos, para satisfacer su curiosidad, acude a librerías de la ciudad para ver qué promesas trae el mercado de autores. Y establecimientos enfocados a la venta de literatura, pese a que hay quien se embarca en la aventura de las tiendas de segunda mano, ya van quedando menos. Zabal aprecia a las que resisten. «Por ejemplo, Tanco es una histórica», dice. Pero para él, no se trata únicamente de comprar libros, sino de ver qué temáticas o detalles pueden llamar su atención.