
El maratoniano del Esprintes César Leboso corre en su casa desde el confinamiento
20 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Un pasillo de diez metros. Una hora y siete minutos de carrera. Esas son las premisas con las que cada día, sobre las once de la mañana, el atleta del Esprintes César Leboso inicia su entrenamiento diario. Vuelta va, vuelta viene -alrededor de unas mil diarias- consigue correr una distancia superior a los diez kilómetros cada día. Así lleva desde el 14 de marzo, cuando se le dijo a España que se encerrase. «Los sábados descanso, y los domingos imitamos que estamos en una carrera y hacemos más, hasta 14 kilómetros. El próximo domingo participaré en la media maratón virtual de Madrid, de 21 kilómetros, que tiene carácter solidario», explica Leboso.
Cada día corre con una camiseta diferente. Ha participado, cuenta, en casi todos los maratones nacionales y en varios en otras ciudades europeas, como Atenas, Dublín o Venecia. Recuerda como su mayor hito deportivo personal la entrada en el estadio olímpico ateniense tras el maratón griego. Lleva ya 34 modelos y tiene un gran fondo de armario, de unas 200 elásticas, pero espera que el confinamiento no se alargue tanto como para tener que usarlas todas.

«Corro desde siempre. Era uno de los corredores habituales de Ourense. En casa me fijé continuar con el tiempo de entrenamiento que hacíamos por las mañanas, una hora y siete minutos; hay días que hago diez kilómetros o 10,5; el día que más hice fueron 10,8 kilómetros», detalla.
La motivación para cada día la encuentra en la gente que le sigue en redes sociales y le anima. «Te concentras en tus pensamientos y en lo que vas a hacer. La gente que me sigue se divierte y ponen también lo que hacen ellos», indica. Además, en sus mensajes diarios, menciona a comercios de los que era cliente para mandarles un recuerdo en estas semanas de cierre forzoso. Esta iniciativa no tiene que ver con patrocinios, dice: «Es gente a la que conozco de siempre, es para apoyarlos». Y junto con otros corredores de Ourense participa desde el domingo en un reto solidario a favor de instituciones sociales que ayudan a ourensanos desfavorecidos.
«Pensábamos ir al maratón de Estambul en noviembre, pero lo veo difícil»
Además de la camiseta diaria, los mensajes a los comerciantes y el retorno a través de las redes sociales, César Leboso tiene el apoyo de su mujer en su iniciativa deportiva. Ella no corre, pero le hace los decorados para las «carreras» y le graba el trozo de entrenamiento que suben a Facebook. La última se simulaba que era en Compostela y ella dibujó la catedral como fondo para el pasillo. Es un entretenimiento para pasar los sábados. También su nieta le acompaña en alguna carrera. Por la semana, trabaja de tarde como portero.
Tiene un reto para el final del confinamiento, si pudiera ser: «Pensábamos ir al maratón de Estambul, que es el 8 de noviembre. No pierdo la esperanza, pero veo difícil que dejen correr a tanta gente junta».