Ourense recupera el pulso: «Volvemos a estar juntos»

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M.MORALEJO

La Voz de Galicia recoge en un especial cómo la sociedad vuelve a la actividad tras el confinamiento y la desescalada

20 jun 2020 . Actualizado a las 10:23 h.

«Volvemos a estar juntos». Ese es el lema del especial que este domingo hará llegar la edición de Ourense de La Voz de Galicia a sus lectores. Un total de 16 páginas en las que se recogen como la sociedad ourensana va recuperando el pulso tras el duro confinamiento en sus domicilios y la posterior desescalada. Fueron momentos difíciles, pero los reencuentros han sido especiales. También las cañas en los bares con amigos y familiares o las tardes de compras y ocio.

Desde que el gobierno gallego autorizó el movimiento entre provincias fueron muchos los familiares que pudieron volver a abrazarse. Fu el caso de las ourensanas Elvira Sardi y Laura Pereira. Abuela y nieta se reencontraron en Patos (Nigrán). Aunque las dos son ourensanas, Elvira pasa la mayor parte del año en su casa de Patos. Allí la cogió el confinamiento, mientras que Laura estaba en Madrid. Entrados en la fase 1 solicitó regresar a casa. «Me hice la prueba nada más llegar y di negativo. Este e otro de los motivos que me animaron a venir a verla en cuanto fuese posible», explica Laura. Sobre el encuentro recuerda: «Fue como si el tiempo no hubiese pasado, la verdad».

Entre los primeros negocios en recuperar la alegría estuvieron los bares y las cafeterías. Primero en las terrazas y después ya en las barras, fueron muchos los ourensanos que se reencontraron en torno a una mesa. Fue el caso, por ejemplo, de un grupo de amigos que cada miércoles se juntan en el restaurante Abadía para hablar de fútbol, su gran pasión. Entre los comensales, el dueño del local, DAniel Martínez: «Estoy muy contento de haber vuelto a subir la persiana. Era algo que necesitaba y veo, por la afluencia de gente, que gracias a Dios va a más, que los clientes también estaban deseando la vuelta».

El pequeño comercio también trabaja ya con la mente puesta en el verano. El centro comercial Ponte Vella se ganó la confianza de sus clientes desde su regreso gracias a las medidas adoptadas para garantizar la higiene y la seguridad. Las terrazas con vistas al río Miño se han convertido también en un punto de encuentro al acabar las compras.

Otro regreso muy esperado era el de los concesionarios. A base de un aluvión de ofertas han tomado el pulso a la actividad. «Es una buena oportunidad para que la gente pueda hacerse, por ejemplo, con un coche de kilómetro cero con un descuento que puede llegar hasta el 50 % del precio original», explicó César Fernández, de Autogal.

Un sector que también se vio obligado a parar fue el de la construcción. Con la desescalada, las grandes obras vuelven a estar a pleno rendimiento, como es el caso del enlace a la A-52 o la futura estación intermodal. No se prevé que el parón afecte a los plazos de forma significativa.