Contraportada

Pablo Varela Varela
Pablo Varela EL APAGÓN

OURENSE

18 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Reabrieron las terrazas y allí estaba el irreductible Manuel, en la de La Coruñesa. El frío no pudo con él ni con sus costumbres, como la de llevarse un par de periódicos a la mesa mientras espera al café. El papel de un diario es algo más que información, porque también hace de testigo de los hábitos y manías de cada uno. Hay quien acude directamente a la sección de Internacional porque así se olvida de que en nuestro país también hay problemas. Digamos que, en cierta manera, busca fuera el alivio a los dolores que tiene en casa. Otros, optan por comenzar a hojear el periódico desde la contraportada, quizá para encontrarse con la parrilla de la televisión lo más pronto posible o, simplemente, porque reinician de nuevo su lectura hacia atrás para evitar perderse algún detalle por el camino.

Leer el periódico es todo un arte, que va más allá de los titulares porque el riesgo está en no dedicar tiempo a las tripas de una noticia. La pandemia ha metido una marcha más a un mundo que ya circulaba deprisa. Tal vez en exceso. Quizá a ustedes les haya pasado: un fallecimiento por el virus, en este momento de la pandemia, podría ser una cifra más del goteo que va llegando cada día. Suena cruel. Demasiado. Los números decían cosas a las que, erróneamente, puede que nos hayamos acostumbrado. Ahora, cuando todos intuyen que se vislumbra algo de luz al final del túnel, el otro peligro está en perder de vista por el retrovisor cuestiones como las brechas sociales que acrecentó la crisis financiera del 2008, porque realmente ya se estaban cocinando antes. Y estas otras pandemias no solo se alargan en el tiempo, sino que carecen de una vacuna.