El personaje creado por Susana de la Cruz sigue sumando nuevos formatos en los que poder disfrutarla
26 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando a principios de año Susana de la Cruz presentó a su Carmela -la puesta de largo fue la Festa do Codillo, ya que el dibujo fue elegido como regalo institucional del Concello de A Rúa-, ya anunció que tenía muchas ideas para hacerla crecer, sumando formatos. Y cuando el 2020 está a punto de despedirse, De la Cruz ha conseguido ya varios de sus retos. Carmela ya es un aplique de plata para poder llevar colgado en el cuello, ya luce en sudaderas y chaquetas vaqueras, y también en zapatos y bolsos; y hasta es la imagen de un vino y un vermú, elaborados por bodegas Sampayolo. Además, adaptándose a la nueva normalidad que nos toca vivir, Carmela también da colorido a las mascarillas que pinta a mano, una a una, Susana de la Cruz.
Toda la producción sigue siendo totalmente manual en cuanto a los dibujos se refiere, por lo que aprovecha todo momento que tiene para seguir dando forma y color a sus Carmelas. Y se las quitan de las manos. Cuenta -porque ya no es posible verlas- que decoró todo el escaparate de su tienda con prendas pintadas a mano con el personaje. No están. En cuanto las puso a la venta, volaron, dice.
Sí es más fácil hacerse con una de las Carmelas de plata, como objeto único o también en el estuche con vino, vermú y mascarilla. Están a la venta en Cool Balea y también en el bar O Retorno.
También hace Carmelas particulares, como las que dibujó para Sampayolo o para pizarras Castrelos, que la llevó a una feria internacional de pizarra en Bruselas. Y las adapta a situaciones puntuales: la lucha contra el cáncer, el 25 de noviembre o la muerte de Maradona.