La temperatura en la provincia subió de media 1,5 grados desde 1960
22 feb 2021 . Actualizado a las 17:34 h.Que el cambio climático está en marcha nadie lo duda y ya se puede percibir sobre todo entre la flora y la fauna. Un estudio elaborado para la Red Europea de Periodismo de Datos (EDJNet), sobre lecturas vinculadas al programa europeo Copérnico, permite comprobar con detalle cómo ha evolucionado en 35 países y más de cien mil municipios de todo el continente. Entre ellos, los 92 concellos ourensanos.
Desde 1960 hasta nuestros días, la temperatura media en la provincia ha aumentado 1,5 grados, con máximos de dos en zonas de Verín, Xinzo o Beade y mínimas de uno en San Xoán de Río, Manzaneda o A Gudiña. En la capital, el aumento es de 1,7 grados. Estas diferencias, que se notan ya en inviernos menos fríos y veranos más calurosos y en temporadas de inundaciones y de sequía, es especialmente preocupante cuando se habla de la fauna y la flora, teniendo en cuenta que Ourense alberga especies únicas en Galicia y que algunas son el sustento de familias enteras. Y, aunque pueda parecer contradictorio, habrá cultivos que se beneficiarán de los cambios mientas otros verán mermada su producción. En la provincia de Ourense, este aumento gradual de las temperaturas es ya especialmente sensible en las zonas altas de montaña con una subida de las mínimas y en las de valle por máximas cada vez más altas durante más tiempo.
El profesor de Física de la Tierra e investigador del campus de Ourense señala: «En el cambio climático las cosas siguen igual de mal, no ha habido grandes variaciones. Se están cumpliendo las previsiones. Por ejemplo, el año pasado aumentó la concentración de dióxido de carbono a pesar del la pandemia. Lo que importa es lo que ya hemos puesto en la atmósfera, la basura que tardara decenas de años en tener efectos».
A pesar de las diferencias de aumento de la temperatura en función de la zona de la provincia ourensana, Añel señala que son mínimas ya que la afectación que tendrán es la misma.
«La diferencia en una o dos décimas puede tener que ver simplemente por el lugar en el que se colocó el aparato para realizar la medición y lo que haya a su alrededor. Aunque en el caso de medio grado o mas, sí que hay que tenerlo en cuenta. Donde más se notará es en donde se dan las temperaturas máximas o mínimas, en los valles de Ourense o en el Macizo central», afirma. Y señala que las causas hay que buscarlas a nivel global. «Desde 1960, la emisión de dióxido de carbono en Reino Unido o Estados Unidos ha sido muy grande y eso se nota en toda la atmósfera, y hay otros muchos factores», relata.
En el último informe de la Xunta sobre el cambio climático se analizan qué especies se verán afectadas por la humedad y el cambio de la temperaturas máximas y mínimas. Entre ellas se encuentra el castaño, una planta que necesita mucha agua durante su época vegetativa por lo que solamente puede plantarse en aquellos lugares que mantienen una buena humedad tanto ambiental como en el terreno durante el verano. Pero las lluvias muy abundantes que queden retenidas en el terreno no le convienen porque producen numerosas enfermedades fúngicas. Así, de cara al 2040 se observa una tendencia a la disminución de su área cultivable, tanto durante la primavera y el verano, con respecto a las condiciones actuales. Se advierte, a la contra, un aumento en el número de pinos; y en el mismo informe se trata el viñedo con un incremento en el área cultivable. Aumentará la presencia de eucaliptos, siendo actualmente Ourense la provincia gallega con menos ejemplares.
En cuanto a la fauna, hay varias especies en peligro. Es el caso del alimoche común, que en Galicia se encuentra básicamente en el río Bibei y en el parque natural da Enciña da Lastra en Ourense y su reducción será constante. El pechiazul es otra de las especies en peligro y se encuentra básicamente en la sierras del este de Ourense. A estas aves afectadas por el cambio climático se unen el aguilucho pálido. El informe habla de la desaparición de la avefría europea y del sisón común, que anidan en la zona de A Limia. Especies como el águila real, que se pueden ver en el Parque Natural do Xurés, permanecen casi invariables. También en este espació está la única concentración reconocida de lirios de monte de toda España. En un espacio de 100 años se teme su total desaparición. Así, el cambio climático que determina de forma directa el futuro de especies de flora y fauna podrá afectar a la salud de los vecinos de cada zona de manera indirecta.