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«Bajó sin casco y sin la cuerda de vida» dicen sobre el operario muerto en una caída

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

M. V.

Los técnicos que inspeccionaron el edificio tras el accidente laboral aseguraron en el juicio que en las obras había instrucciones correctas de trabajo

27 sep 2021 . Actualizado a las 15:53 h.

Siguen dirimiéndose en la sala de vistas del juzgado de lo penal 1 de la capital ourensana las presuntas responsabilidades civiles y penales derivadas el accidente laboral que el 22 de mayo del 2018 le costó la vida a un operario que trabajaba en las obras de reforma de un edificio de la avenida de Santiago de la capital ourensana. El trabajador, de 30 años, cayó al vacío tras romperse la cuerda que lo sujetaba cuando descendía desde la cuarta planta del patio de luces del edificio, en el que pintaba un balcón. «Bajó sin el casco y sin la cuerda de vida», aseguró la mujer de uno de los acusados, con responsabilidades en la empresa, que aseguró que el trabajador tenía el material homologado para realizar el trabajo colgado de un arnés, y que la propia empresa le había pagado un curso para que pudiera realizar ese tipo de tareas. En el momento de la caída, no hacía uso de la cuerda de seguridad, y eso tuvo consecuencias fatales. «Nosotros hacemos lo que nos dicen los técnicos en prevención, pero si los trabajadores no quieren usar las medidas, nosotros no podemos estar vigilándoles las veinticuatro horas», aseguró, explicando además que la empresa advierte a sus trabajadores de que pueden ser sancionados en caso de no hacer uso de los medios obligatorios.

Antes que esta testigo, la técnica que realizó la evaluación de riesgos de la obra explicó que se cumplían los parámetros de seguridad, mientras los peritos de la Inspección de Trabajo que acudieron al lugar del accidente aseguraron que el motivo del accidente fue que la cuerda que sujetaba al operario se rompió por la fricción con un voladizo del tejado. «No era lo más correcto, pero cumplía la función», dijo uno de ellos respecto al método que se usaba para fijar las cuerdas. Con todo, aseguró que «no se detectaron factores de riesgo» y que las instrucciones que tenían los trabajadores de la obra eran las correctas. El juicio, en el que se piden dos años de cárcel para el gerente de la empresa y su responsable de seguridad, continuará el próximo martes, 23 de  marzo.