Derecho al voto

Luis Gulín EL DESCORCHADOR

OURENSE

31 mar 2021 . Actualizado a las 13:23 h.

El límite superior de 3.000 entradas por día por razones de prevención del covid-19 se levantó la noche del domingo 21 de marzo en Israel. El Tribunal Supremo del estado hebreo calificó la regla como una violación de los derechos fundamentales y ordenó su abolición. Israel elegía un nuevo parlamento el martes y muchos votantes que viven en el extranjero querían viajar a casa para emitir su voto ya que no hay voto por correo en Israel. Los nacionales alemanes residentes en España, para elegir en septiembre al sucesor o sucesora de Ángela Merkel, tienen que someterse al voto rogado. Tienen que estar registrados en el consulado más próximo, a los de Galicia les corresponde Madrid, y solicitar con desde seis a ocho semanas de antelación el voto por correo. Y les corresponde solo el derecho al voto nacional. Si hay elecciones regionales para Baviera o Berlín y son residentes en España están excluidos. Ahí no hay junta electoral que manda sobres, ni papeletas al bávaro, berlinés o vecino de Turingia residente en España, Italia, México o Nueva Zelanda para votar en su parlamento autonómico. Supongo que Alemania tampoco es un país con plena democracia implantada, según ilustres politólogos. Incluso hay que recordar que el voto por correo en territorio germano, el sobre en cuestión, no se lleva a la oficina postal más próxima, sino al buzón más cercano. Y aunque lo lleve presencialmente a la administración, por experiencia propia, ni le preguntan quién es usted, ni cuál es su DNI, ni nada. O sea, si quiere meter una cerilla en los buzones, esos votos están perdidos.