Una de las mejores noticias que nos dejó el deporte ourensano este fin de semana se produjo a unos tres mil kilómetros de distancia de nuestra provincia, en Szekszárd (Hungría). Allí, en un pabellón, vacío como todos los de esta triste época que nos ha tocado vivir, una joven ourensana de 19 años miraba con serenidad a la canasta antes de lanzar dos tiros libres, con su equipo perdiendo por 81-80 en la final de la Eurocup femenina. Raquel Carrera, que debutó con catorce años en la Liga Femenina 2 y que vivió partidos importantes con el Celta de Vigo, su club de formación, no se amilanó. A falta de un segundo y dos décimas, había recibido la falta que dio al Valencia Basket esa última opción. Anotó los dos tiros libres y el Valencia se llevó el título europeo por primera vez en su historia. Hoy su equipo recibirá todos los honores institucionales y ella ya está centrando un merecido protagonismo. ¿Irá al Eurobasket?, se preguntan algunos. Veremos, pero sin duda, en Ourense tenemos algo de lo que sentirnos orgullosos: esta chica que con su esfuerzo, talento y constancia está disfrutando del éxito en la élite del baloncesto femenino. No es nada fácil llegar ahí y muchas se quedan por el camino, pero sin duda Raquel Carrera es una referencia para las niñas que juegan al baloncesto, que aman ese deporte y que le dedican años de aprendizaje y tiempo a entrenar y competir. En un momento en el que el deporte ourensano está en horas bajas -nos queda el Arenteiro como esperanza verde- luces como las que envía Raquel Carrera desde Hungría y Valencia iluminan a los deportistas y aficionados ourensanos.