El centrocampista brasileño se redimió esta temporada gracias al ascenso
22 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Renan Zanelli (Sao Paulo, 1992), ha sido uno de los jugadores más destacados en la temporada del Arenteiro. El centrocampista brasileño se quedó a las puertas de lograr el ascenso a 2ª B con el Ourense CF, pero este curso se ha desquitado con el conjunto carballiñés, en lo que seguramente sea uno de los mayores logros de su carrera. Con la mente puesta en su regreso a Brasil para pasar unas semanas en familia, el futbolista repasa una temporada histórica, destacando las dificultades a las que tuvo que sobreponerse el equipo y dejando la puerta abierta a una posible renovación para poder debutar en la 2ª RFEF con el club verde.
-Después de caer con el Ourense CF en la fase de ascenso del año pasado, pudo redimirse esta temporada en O Carballiño.
Me quedé muy triste por no conseguir ascender. Era un grupo especial, como el de este año, competimos todos los fines de semana pero no salió. Por suerte apareció esta oportunidad, me vine con compañeros del año pasado y eso fue una motivación extra.
-Imagino que fue más sencillo adaptarse con el trasvase de jugadores y cuerpo técnico.
-No te creas. Hubo muchos fichajes y jugadores que no habían coincidido, pero es verdad que el sistema táctico se mantuvo y además yo ya conocía a algunos del Ourense CF. Aún así los primeros días fueron complicados. No arrancamos bien. Al final conseguimos buena química y las cosas nos salían automáticamente. Una vez logrados esos automatismos, el equipo ganaba y practicaba buen fútbol.
-Daba la sensación de que se divertían sobre en el campo.
-Yo siempre lo intento. Pero hay que decir que nos costó un poquito lo del césped. Nos hizo tener que ser más directos e inteligentes. No solo el nuestro, muchos son de hierba sintética, entonces hacíamos juego directo y competimos. Cuando se daban las condiciones para jugar, nos divertíamos, teníamos química y lo pasábamos bien.
-El momento clave de la temporada fue esa goleada al Somozas para ascender, daba la sensación de querer ganar aquel día sí o sí. ¿Cómo afrontaron ese partido?
-Fue un día como otro cualquiera, éramos conscientes de que podíamos ascender y que podía ser con nuestra afición. Quiero decir que no hicimos nada especial, nos preparamos como en el resto de los partidos. Yo lo comenté en el vestuario: no hay que hacer locuras, tenemos que estar concentrados y hacer lo que sabemos, que por algo estábamos siendo los mejores de la liga.
-Y después llegó el título. Ya ascendidos y a las puertas de las vacaciones, ¿cuál fue la motivación para competir así?
-Ambos estábamos ascendidos, pero es muy distinto el recuerdo que te queda de ser primero a segundo. La gente recordará este año como la temporada en la que el Arenteiro ascendió, y además ganó la liga. Y otra cosa, va a venir el otro equipo a nuestra casa a robarnos el título. No, no, de ninguna manera (ríe).
-¿Qué espera de la 2ª RFEF?
-Habrá muchos clubes históricos, con estadios muy buenos… va a ser muy bonito. Este año marcamos ya territorio. Al no perder ni en Espiñedo ni en Barbantes, los equipos nos miran de otro modo, es importante empezar con esa sensación de imbatibilidad. En ese sentido la presencia de la afición jugó un papel muy importante. Cuando estaba en el Silva y en el Ourense CF siempre que jugaba contra el Arenteiro era muy complicado. Recuerdo lo duro que era cuando Espiñedo empujaba. Ahora sentirlo de mi lado es otra historia, te da una motivación extra. Cuando pudieron entrar encontramos lo que nos faltaba para conseguir ascender y ganar la liga.
-Esta fue su cuarta temporada en Galicia. ¿Considera que es una competición de mucho nivel?
-Llevo cuatro años en Galicia. Estuve en el Silva cinco meses, después me fui al Ourense, volví a Brasil en segunda y luego me vine de nuevo. Siempre digo que la Tercera de Galicia es una competición de mucho nivel. Hay grandes jugadores y entrenadores. Jugar un play-off fuera es muy complicado. Es cierto que este año ascender fue menos trabajoso, pero fue igualmente difícil. La gente cree que como ganamos 5-0 al Somozas fue un paseo, nada de eso. Tuvimos momentos muy difíciles, la gente cree que el Arenteiro tenía la obligación de subir y creo que no, no sentíamos esa presión. El objetivo era estar ahí y evidentemente teníamos plantilla para pelear, pero no era una carga.
«La vacunación acelera, pero Brasil sigue muy mal»
«Mi contrato termina ahora que acaba la temporada, en junio. Mi pensamiento es jugar la 2ª RFEF, una categoría por encima y tengo la oportunidad de hacerlo con el Arenteiro. Estamos las dos partes en contacto, pero sinceramente, ahora pienso solo en disfrutar en estas semanas con mi familia».
-Ya que saca el tema, ¿cómo está la situación en su país?
-Las cosas están mal, la vacunación acelera, pero Brasil sigue muy mal. Es un país muy poblado, somos más de 200 millones de personas. Es muy difícil controlar las aglomeraciones. Además la gente no puede parar de trabajar, porque igual esa semana no comen. Muchos dependen de un día de trabajo para poder poner comida en la mesa, si pierden ese día llega el hambre. Por eso es difícil que la población se quede en casa y cierren los comercios.
-Usted coincidió con Frenkie De Jong en Holanda. ¿Mantienen buena relación?
-Así es. Jugué con él cuando estaba en el Willem II. En mi primera temporada allí jugamos en segunda y conseguimos ascender. Al año siguiente, él jugaba en el filial y lo ascendieron al primer equipo. Los dos éramos jóvenes y no jugábamos. Yo para coger forma jugaba los lunes con el filial y ahí coincidimos, compartimos el centro del campo. Ya se notaba que era muy bueno. De todos modos evolucionó muchísimo, dio un gran salto cuando se fue al Ajax. La gente en el propio Willem II sabía que tenía calidad, lo empezaron a convocar con la selección y ahí empezó a llamar la atención. Aún estamos en contacto, de vez en cuando nos mandamos mensajes deseándonos suerte para los partidos.