La empresa ourensana de moda lanza una nueva colección de joyería alfarera, con nueve piezas en las que Tiziana Domínguez reinterpreta la tradición, realizadas en el último taller artesano de la zona
14 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La alfarería tradicional de Niñodaguia, la que sigue realizando en su taller José Vázquez, tiene una vitrina internacional con la visión de diseño actual que aporta Adolfo Domínguez. La empresa ourensana de moda ha puesto a la venta una colección de bisutería, la edición limitada Niñodaguia, con nueve piezas que reinterpretan o se inspiran en partes -un asa, una rosca, los bicos- de un botijo, de vasijas, canecos o chocolateras, con el color amarillo que distingue a la alfarería de la localidad de Xunqueira de Espadanedo.
Tiziana Domínguez trabajó en el diseño de estas piezas de joyería alfarera reinterpretando la tradición. Y el artesano José Vázquez les dio forma con el barro en su taller de Niñodaguia. Él nos cuenta cómo fue el proceso: «Foi Adolfo Domínguez quen nos buscou. Viñeron á tenda Tiziana e un equipo de AD e explicaron a idea que tiñan. Estivemos furgando no barro e Tiziana foi mandando bosquexos, coa asa dunha peza, o bico doutra, o remate dun xarrón, o botixo de rosca dos arrieiros, o caneco...». Así surgieron, después de tres o cuatro meses de conversaciones, el pendiente tres bicos o colgantes con la tapa de una chocolateira, del botijo o del caneco. Las piezas de esta colección están a la venta en las tiendas y en la web de Adolfo Domínguez. Era un campo, el de la bisutería, que no habían explotado en Alfarería Agustín, que produce y vende las piezas tradicionales de la cacharrería de Niñodaguia que tenían uso utilitario, aunque también decorativo. «Este oficio é o que che dá; cada día, ideas novas», comenta José Vázquez, de 38 años, que aprendió de su padre Agustín, y que es el último alfarero de Niñodaguia. Lamenta que nadie se interese por aprender el oficio y opina que en la FP debería haber formación para estos trabajos que están desapareciendo. La colaboración con AD, cree José, les puede abrir una ventana al mundo.