Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

«Con la radioterapia para el cáncer de mama no se vomita ni cae el pelo»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

López es jefa del servicio de Radioterapia Oncológica del CHUO
López es jefa del servicio de Radioterapia Oncológica del CHUO SERGAS

El año pasado se detectaron en Ourense 247 nuevos casos, cinco en pacientes masculinos

19 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2019, 251 ourensanas fueron diagnosticados de cáncer de mama. El año pasado fueron 247. Se mantienen unas cifras similares, lo que evidencia que la pandemia del coronavirus no influyó en los diagnósticos; en buena parte porque las mujeres no dejaron de acudir a los cribados (de carácter bianual y dirigidos a aquellas de entre 50 y 69 años), que son los que permiten detectar la mayoría de los casos. Son pacientes sin sintomatología alguna, que van a un control rutinario en el que se les detecta el tumor y se pone en marcha al tratamiento para erradicarlo. En un alto porcentaje, esa detección llega en un estadio inicial, lo que redunda en el pronóstico de las pacientes. Se curan el 80 %, y la cifra supera el 98 % entre aquellas que son diagnosticadas de un cáncer en estadio inicial.

Ellas son mayoría, aunque también hay hombres. Cada año se detectan alrededor de 5 casos de cáncer de mama en pacientes masculinos. Al igual que las mujeres que están fuera del rango de edad de los cribados (por ser más jóvenes de los 50, que suponen el 30 % del total de casos detectados cada año; o superar los 69), llegan a la consulta del médico tras encontrarse un nódulo palpable.

El tratamiento más habitual es una cirugía en la que se elimina el tumor, conservándose la mama. Son menos del 80 % del total, y todas ellas (unas 200 al año) son tratadas con radioterapia oncológica en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. El CHUO es el centro de referencia para toda la provincia.

Son unas tres semanas de tratamiento, «entre 15 y 18 días», explica María Dolores López, jefa del servicio de Radioterapia Oncológica. «Se ha evolucionado mucho y se ha acortado el número de sesiones; y se está investigando para que sean todavía más cortitas, que con menos días de tratamiento y mayores dosis, se consiga la misma dosis biológica», explica. Actualmente son sesiones de apenas 15 minutos, en los que la paciente permanece acostada en una camilla. Es una radiación muy localizada, por lo que no se producen efectos secundarios como los vómitos ni la pérdida de pelo. «Lo que sí puede sentir es algo de irritación en la piel y un poco de cansancio», señala López, aunque en este último caso apela a que no siempre se puede discernir si se debe al tratamiento o si viene provocado por la propia situación anímica de estar pasando un cáncer.

Precisamente por no tener efectos secundarios que impidan llevar una vida normal, hay pacientes que no quieren la baja laboral. En esos casos, desde el servicio de Radioterapia Oncológica adaptan los horarios de los tratamientos para que interfieran lo menos posible con la jornada laboral de la persona enferma. Eso sí, López señala que son las menos. En parte también porque hay que tener en cuenta que al ser un servicio centralizado en Ourense -«y tiene que ser así porque el aparato es muy complejo», explica López-, las pacientes tienen que trasladarse hasta la capital. Desde los puntos más alejados, y sobre todo si se va en transporte público, el desplazamiento puede suponer perder buena parte del día.

Pasada la radioterapia, la mayoría de las pacientes continúan con un tratamiento de hormonoterapia durante cinco años. Consiste en tomar una o varias pastillas al día; y se mantienen las revisiones hasta que se suspende la medicación (si todo va bien) pasado un lustro. ¿Los efectos secundarios? «Algunos sofocos en algunos casos y en otros dolor articular, que suele mejorar con el ejercicio. Porque el ejercicio va bien para todo», resalta López.

Pero no siempre es así. Entre el 20 y el 30 % de las pacientes son sometidas a una mastectomía. En aquellos casos en los que es posible, se hace la reconstrucción mamaria en la misma cirugía. Y hay quien tras la mastectomía, y tras extirparle los ganglios de la axila, necesita tratamientos de radioterapia y quimioterapia. Depende de varios factores, vinculados a la propia paciente y al tumor (si es muy grande, si hay varios en la misma mama...).