Claudio Cerdeiriña, profesor de la Escola de Enxeñaría Aeronáutica e do Espazo: «La Xunta debe adoptar una decisión sobre el máster de aeronáutica»

xosé manoel rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El proyecto interuniversitario fracasó y la ciudad exige la implantación

14 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La provincia de Ourense tiene que redoblar sus esfuerzos y pelear duro para consolidar e ir incrementando su oferta universitaria. Marginada históricamente en esta materia y con episodios de insultante injusticia —como la eliminación ilegal de la Licenciatura de Física— la creación del posgrado de Aeronáutica en el Campus de Ourense es la enésima batalla en la que los ourensanos se fajan sin que se vislumbren en el horizonte ni los apoyos ni el compromiso necesario para hacer realidad una demanda que, en base a los argumentos y recursos, está más que justificada. La plataforma ProCampus registraba esta semana una iniciativa, respaldada por 2.170 firmas, instando a la Xunta a poner fin a la parálisis en la que se encuentra la implantación del máster habilitante en Ingeniería Aeronáutica. Claudio Cerdeiriña Álvarez (Madrid, 1971) es miembro de la plataforma y profesor de Física Aplicada en la Escola de Enxeñaría Aeronáutica e do Espazo del Campus de Ourense.

—¿En qué situación está actualmente el proyecto?

—En 2019 se pidió el máster exclusivo para Ourense. La Xunta consideró que era mejor una fórmula interuniversitaria con el Campus de A Coruña. Nosotros nos abrimos a esa posibilidad, pero transcurridos dos años vemos que esa opción ha fracasado y la única solución que vemos ahora es recuperar el máster exclusivo, que para eso tenemos un plan de estudios, y lo que le hemos pedido a la Xunta es que nos permita tramitar esta propuesta para Ourense.

—¿Cómo valora lo sucedido?

—Se ha visto que esa iniciativa interuniversitaria no buscaba colaborar, sino que era un intento burdo de tratar de duplicar la carrera de Aeronáutica en A Coruña por arte de magia.

—¿Hay aún capacidad de maniobra para reconducir el proceso y encontrar una solución?

—Nosotros no podemos hacerlo, dependemos de que la Xunta adopte una decisión política. Y eso es lo que le hemos pedido esta semana.

—¿Desde la plataforma se confía en que esa solución nos sea favorable?

—No es mi intención enfriar las expectativas de nadie pero creo que la Xunta no nos va a hacer caso en lo que le hemos pedido. Este asunto lleva estancado dos años y, en mi opinión, va a seguir así más tiempo.

—¿La Xunta no se va a posicionar, para no enfrentarse a Coruña, y nos va a dejar morir de inanición?

—Exactamente. Es lo que ha pasado en estos dos años. Esta situación de estancamiento no perjudica a A Coruña, perjudica a la Escola de Aeronáutica de Ourense y a sus alumnos del grado que son los que pueden cursar ese máster. Los alumnos de la escuela de A Coruña no tienen acceso al mismo.

—¿Si no tenemos máster el objetivo es formar emigrantes cualificados?

—Sí. Es gravísimo. Escuchamos constantemente a los rectores y a la Consellería de Educación hablando de estrategias para retener talento. Y de pronto vemos lo que está pasando con el grado, una ingeniería que capta a los alumnos con los mejores expedientes de Galicia —tenemos la nota de corte más alta de todas las ingenierías gallegas— y estamos viendo que en lugar de implantar el máster, para retener ese talento, se deja esa iniciativa aparcada y se les está enseñando a estos estudiantes de alto rendimiento académico la puerta de salida de nuestra comunidad autónoma. No se les está dando ninguna opción de quedarse aquí.

—Se perdieron dos promociones. ¿Habrá una tercera?

—Por desgracia así va a ser. En estos dos años no se creó el máster y mucho me temo que seguiremos exportando talento.

Un apasionado del campus que insta a lograr nuevas titulaciones

A Claudio Cerdeiriña Álvarez se hace difícil superarlo en compromiso e implicación con la ciudad y el Campus de Ourense. Madrileño de nacimiento, había culminado el viaje de regreso a los orígenes a los tres años. Desde Verín emigró a Madrid su padre en los años 50 y la vuelta a casa convirtió a su hijo en un militante ourensanista: «Aquí crecí, me eduqué, vivo y doy clases de Física». Formado en la Universidad de Santiago de Compostela, dice sentirse un privilegiado por la vida que ha llevado.

—Siempre se ha caracterizado por el compromiso y defensa del campus. ¿Nunca se planteó ejercer en otro lugar?

—En ningún momento. Mi apuesta es Ourense. Aquí llegué en el año 1994 y en el 2003 era profesor titular. Realmente tengo que reconocer que lo tuve muy fácil y que he tenido mucha suerte.

—¿De ahí que se sienta privilegiado?

—La gente de mi generación se pudo desarrollar personal y profesionalmente sin ningún tipo de problema. Y eso fue un privilegio. Las nuevas generaciones, sobre todo a partir de la crisis del 2008, no lo tienen nada fácil y el panorama al que se tienen que enfrentar es muy duro.

—Se ha caracterizado en estos años por el compromiso social. ¿Es una de sus señales de identidad?

—Por supuesto. Tenemos que luchar por el campus, pero también contra todo lo que sea la marginación de la ciudad y de la provincia. Va todo unido. Nunca llega la tan prometida discriminación positiva y tenemos todo el derecho del mundo al reequilibrio territorial. Nos discriminan la Xunta y el Gobierno central, gobierne quien gobierne en cada momento, y no debemos consentirlo. Sobre el compromiso social mi gran maestro y amigo fue el desaparecido Etelvino Blanco.

—Defiende siempre a Ourense como la ciudad universitaria.

—Lo fue Santiago históricamente pero ya no lo es. El turismo se ha comido a la ciudad universitaria. Vigo no tiene condiciones; con un campus a 15 kilómetros, lo que se ha convertido en un problema y se desea acercar de nuevo la universidad al centro. Ourense lo tiene todo: un campus integrado en la propia ciudad y un entorno privilegiado en cuanto a oferta inmobiliaria, movilidad y recursos.

—¿Cuál es la próxima demanda?

—El rector acaba de anunciar nuevos edificios para el campus. El objetivo ahora pasa por conseguir las nuevas titulaciones. La Xunta va a abrir esa etapa. En el 2017 no nos dieron nada y ahora tenemos que exigir lo que nos negaron entonces. Sin cesiones.

«La Universidad de Vigo utiliza a Ourense como moneda de cambio para sus intereses»

Aunque el sentimiento generalizado pueda asentarse en el convencimiento de la marginación constante hacia Ourense, Cerdeiriña pone el acento en lo que ha avanzado el Campus y las posibilidades del mismo.

—¿Estamos condenados a la reivindicación permanente por el asedio y los agravios sufridos?

—El Campus de Ourense ha cumplido hace poco sus treinta años de existencia y siempre ha tenido que estar en forma reivindicativa. Y el problema estriba en que aquí no tenemos voz en el rectorado. Tenemos un rectorado en la Universidade de Vigo, el actual y los anteriores, cuyo principal propósito es conseguir cosas para el Campus de Vigo y para hacerlo se utiliza a Ourense como moneda de cambio. Esta circunstancia provoca que haya que estar reivindicando constantemente y pidiéndole auxilio a la Xunta ante esta situación. Tenemos una universidad atlántica que es reflejo de la Galicia atlántica —Vigo, Santiago y A Coruña— y pelear en esa liga es muy difícil. Sobre todo si quien te representa es Vigo y te utiliza para conseguir sus intereses. Por eso no se apaga la polémica en Ourense.

—¿Por qué siempre se nos castiga a nosotros y nunca llega el reequilibrio territorial?

—Algunas veces ocurre. Soy muy crítico con los rectorados de la Universidad de Vigo, el problema está ahí, y pienso que la Xunta —cuando puede— intenta salir al auxilio. Como pasó en el caso de Aeroespacial. Ahora hay interés en el grado y máster de Inteligencia Artificial y Ourense está en ese proyecto.

—¿Avanzamos pero no como sería deseable?

—Desde los 90 hemos avanzado mucho y cada vez Ourense tiene mayor consideración. ¿Que sería deseable tener más? Sin duda.