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Tanito: «Lo más importante es la humildad e intentar no hacer mal a nadie»

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Camilo Castro Gómez celebrará el día 22, en Baños de Molgas, sus 40 años sobre los escenarios

20 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Camilo Castro Gómez nació un 25 de enero de 1954 en el número 29 de la calle Libertad de la capital ourensana. Su alter ego, Tanito, lo hizo 23 años después, tras una infancia y juventud marcada por la necesidad. Durante más de dos décadas se convirtió en el personaje de referencia de fiestas y celebraciones infantiles por toda la provincia y el día 22 de este mes celebrará 40 años sobre los escenarios como payaso, mago y showman.

«No tuve infancia», afirma sin dudar. No conoció a su madre, ya que falleció cuando él cumplió cinco meses y su falta no solo marcó su niñez sino también su juventud. Su padre tuvo que hacerse cargo él y de sus dos hermanas. Ante la falta de tiempo para cuidarlo, Camilo ingresó con cuatro años en la inclusa, un hogar para niños gestionado por monjas. Primero estuvo en la capital y más tarde se trasladó a Celanova, cuando separaron por sexos a los niños. Con siete años, en Navidad, decidió escaparse para volver a su casa, a la calle Libertad.

Su padre decidió que se quedara y terminó el curso en la Ciudad de los Muchachos, cuando tenía sede en la ciudad. Era mozo de carga y descarga de la empresa Mangana y consiguió que admitieran a Camilo en Salesianos al curso siguiente. «Por mis dotes de canto ingresé en el coro y a cuenta de ello aprobé las matemáticas, que era lo que se me atravesaba», recuerda.

Pero a los once años plantó los estudios. «En casa hacía falta dinero», explica. Así, empezó a trabajar de fontanero y recuerda que ganaba en una semana más que su padre al mes. Le siguió la profesión de electricista y con 16 años se trasladó al País Vasco para montar pizarra. A partir de entonces comenzó un periplo por diferentes ciudades de España, Suiza y Alemania donde trabajó, sobre todo, en el mundo de la hostelería.

Su primer contacto con el público fue a los 18 años como pinchadiscos. Primero en la discoteca Bocaccio y más tarde en la Dominique, ambas en la capital ourensana. También lo hizo en varias discotecas de O Barco de Valdeorras donde, explica, creó el bingo musical, para relanzar los locales. Empezó así su carrera como showman, que lo llevó a diferentes discotecas, entre ellas Mari Trini de Baños de Mogas, donde celebrará su aniversario. Pero no fue hasta 1975, en la sala de fiestas Radiojaicar de Monterroso, cuando nació Tanito. «El nombre surgió al tropezarme con un cuento infantil que se llamaba Tanit, que hablaba de un personaje que tuvo una infancia como la mía. Le añadí la o final porque me parecía más llamativo», dice. Allí propuso al dueño celebrar fiestas infantiles para atraer, también, al público adulto. «Así encontré a Tanito», dice emocionado. «No sé explicar lo que siento simplemente lo vivo. Soy quién soy gracias a él», añade. Comenzó su periplo no solo en fiestas sino por hospitales que, dice, le dan la vida. «Lo más importantes es la humildad e intentar no hacer mal a nadie», relata para explicar cuál es el alma de Tanito.

Tiene cuatro hijos de dos matrimonios, y tres nietos. Y subraya que su actual mujer, con la que lleva más de treinta años, es su soporte en la tierra. «Es el engranaje y motor de Tanito. Es la responsable de que todo funcione», añade. A lo largo de estos cuarenta años de carrera, ha vivido cientos de experiencias en sus actuaciones por todo el mundo, recorriendo centros gallegos llevando a los ourensanos un trocito de su tierra en forma de humor y alegría. De sonrisas.

Recuerda épocas de tres actuaciones al día, de una carrera de más de cuatro décadas y de generaciones de ourensanos. Y aunque ahora está jubilado, afirma que Tanito sigue vivo y que siente la necesidad de salir de vez en cuando a los escenarios. «No se acaba, no puedo, lo necesito aunque sea una vez al mes», subraya. ¿Payaso, clown o mago? Camilo Castro dice que no es ninguna de las tres cosas y todas la vez. Solo Tanito.

«Quiero que me recuerden como alguien popular que fue querido»

Sobre el futuro, Camilo Castro Gómez, Tanito, espera que la gente se vuelva más humilde y noble porque de esta manera se abren todas las puertas. «Se vive mucho de apariencias y lo importante es que cada uno sea como es». Y sobre la percepción que espera que se tenga de él es que lo denominen como popular, no famoso. «Quiero que me recuerden como alguien popular que fue querido. Siempre hice lo que quise y siempre pensando en hacer el bien». Y en ese momento añade que se lo debe todo a la gente de Ourense. «En general», apuntilla. Sobre su reconocimiento en la calle, señala que sigue vivo. «Recuerdo que tras una Comunión el padre de un niño me dijo que estaba llorando porque pensó que no me volvería a ver más», relata. Añade que en los hospitales ha sido donde se ha sentido más lleno.

Su hijo Brais siguió sus pasos. Es técnico de sonido, toca varios instrumentos y tiene a la magia como una de sus aficiones, aunque con solo siete años ganó el concurso provincial Veo Veo de Teresa Rabal y participó en certámenes internacionales: «Él nos acompañaba de pequeño en todas las actuaciones, aunque siempre le dijimos que fuera lo que quisiera siempre con nobleza y humildad».

DNI.

Camilo Castro Gómez nació un 25 de enero de 1954 en Ourense. Tiene dos hermanas, cuatro hijos y tres nietos.

Calle Libertad.

En esta rúa del casco histórico de la ciudad nació Camilo. «Lo dice todo de mí, fui una persona libre. A lo mejor era una premonición».