Alrededor de 1.300 ourensanos han registrado su testamento vital

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Imagen de archivo de una camilla en un hospital
Imagen de archivo de una camilla en un hospital PEPA LOSADA

El perfil más habitual es el de una mujer de entre 50 y 60 años

09 abr 2022 . Actualizado a las 23:12 h.

Solo 13.500 gallegos han registrado oficialmente el documento de instrucciones previas (DIP), el testamento vital en el que especifican cómo deberían actuar los médicos si llegado el caso la persona no pudieran comunicarlo verbalmente. Es lo que se conoce como testamento vital, que garantiza cumplir a rajatabla los deseos de quien lo firmó y evitaría posibles conflictos entre sanitarios y familiares llegados a determinadas situaciones.

De los 13.500 gallegos que lo han firmado, el 45 % viven en la provincia de A Coruña, el 35 % en Pontevedra y el 20 % restante se divide a partes iguales entre las de Lugo y Ourense. «O número é moi baixo», resumió Alberto Fuentes, secretario xeral técnico de la Consellería de Sanidade, que consideró muy útil la iniciativa puesta en marcha por el Colegio Médico de Ourense, que acaba de abrir una oficina para ayudar a los sanitarios a redactar y registrar su propio documento. Es una iniciativa pionera en Galicia y casi en toda España. Solo hay algo similar en Vizcaya, según remarcó el presidente del ente colegial, José Luis Jiménez.

La oficina está abierta a los médicos, pero también al resto de profesionales sanitarios. «De farmacia, enfermería, veterinaria, trabajo social y psicología», explicó Jiménez. Y añadió: «La intención es que a través de los facultativos pueda transmitirse a toda la ciudadanía. Y decimos a través de ellos porque aunque no habrá problema en determinado momento en abrir el servicio a la población en general, entendemos que el proceso de redacción está dentro de un contexto asistencial en el que el mejor asesor de un paciente es el médico de familia». En esta idea incidió la trabajadora social María Xesús Vázquez, que es una de las personas habilitadas en Ourense para tramitar el documento de instrucciones previas. «Hai moitos sanitarios que non temos o DIP e cremos que facelo pode ter un efecto sinérxico coas persoas que atendemos», dijo. Implicar a los médicos de atención primaria ayudará a extenderlo a toda la provincia, añadió.

Jiménez defendió los beneficios de un documento que es muy necesario, dijo, «en el contexto de alta expectativa de vida y mucha patología». Porque cada vez vivimos más, pero no siempre bien. «No hace falta esperar a estar muy malitos para hacerlo», remarcaba Jiménez.

Los hombres son menos receptivos a la posibilidad

El perfil de la persona que registra el documento es el de una mujer (en el 74 % de los casos, mientras que solo el 26 % son hombres) de 58 años. El único requisito para hacerlo es ser mayor de edad y estar en plena capacidad de las facultades mentales. «Tenemos tendencia a asociarlo con situaciones terminales y no es cierto. Es para cualquier situación donde no podamos expresar nuestras voluntades», insistió Alberto Fidalgo, médico y miembro de la comisión deontológica del colegio ourensano. Explicó que puede ser un documento genérico o entrar en todos los detalles que la persona quiera, en función de las indicaciones que quiera dejar por escrito de cara a los profesionales sanitarios que podrían atenderla en un futuro. Incluso se pueden rechazar pruebas o tratamientos, como sondas. Y es posible recoger la petición de eutanasia o especificar lo que quiere que hagan con su cuerpo una vez que haya fallecido.

La ley permite nombrar a un representante, e incluso a un sustituto de este, que se encargue de hacer cumplir lo reflejado en el documento. «Es importante para que interactúe con los sanitarios cuando la persona no puede», remarcó José Manuel Bendaña, secretario del Colegio Médico de Ourense.

Una vez que la persona ha hecho su documento de instrucciones previas, este es legal. Puede hacerse ante notario (con el coste añadido que supone), ante tres testigos (de los que dos no pueden ser familiar de primero o segundo grado ni tener relación patrimonial) o en las unidades habilitadas. Hay nueve en la provincia: en el CHUO, el Hospital de Valdeorras, los centros de salud de O Barco, O Carballiño, O Couto y A Carballeira, el Hospital de Piñor y el COF de Ourense, así como en la jefatura territorial de la Consellería de Sanidade. «O que facemos é axudar á persoa, resolvemos dúbidas e facilitamos o rexistro», explicaba María Xesús Vázquez.

Un documento que aparece en el historial del paciente, pero de acceso restringido

No hace falta registrar del documento de instrucciones previas ante la Xunta, aunque sí recomendable, porque de manera automática aparece en el historial médico del paciente. Y no solo en la red Sergas, sino que está conectado con el registro nacional.

Aunque está disponible en la historia clínica tiene acceso restringido. Si un sanitario entra a consultar el documento debe hacer constar un motivo y ese acceso quedará grabado en el sistema. «Só se pode consultar se a persoa non pode expresar verbalmente o que quere», explicó María Xesús Vázquez. Y en esa idea ahondó Alberto Fuentes, recordando que él es la persona encargada de abrir los expedientes disciplinarios en la Consellería de Sanidade. Consultar el DIP de un paciente que puede expresar sus deseos verbalmente sería motivo de uno.

Además, el documento de instrucciones previas se puede cambiar por otro. En ese sentido, Vázquez remarcó que aquellos que lo registraron antes de la aprobación de la ley de eutanasia, y quieran acogerse a ella llegado el caso tienen que sustituirlo. Y también es posible revocarlo.