Xermán Estévez, escritor y activista: «Temos que aproveitar os fondos europeos para potenciar o noso rural»

Nació en Borrán (Vilar de Barrio), pero Xermán Estévez Janeiro no quiere decir en qué año. Lo que está claro es que acumula décadas de experiencia como activista en defensa del patrimonio natural y cultural de Galicia y, en definitiva, en favor del desarrollo sostenible del medio rural. Lo hace, según dice, porque le gusta y porque realmente cree en las potencialidades de la comunidad más allá del eje atlántico.

A través de distintas fundaciones y asociaciones, Xermán Estévez ha liderado reivindicaciones ya históricas como la protección del valle del río Navea. Años de lucha consiguieron que ese entorno fuese el primer beneficiado en el 2008 por la aplicación de la Ley de Protección da Paisaxe de Galicia. Otra de sus grandes luchas ha sido la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de varios monasterios de la Ribeira Sacra.

Precisamente, esa comarca esa una de sus grandes obsesiones. Ha publicado dos libros. El primero, en solitario, sobre A protección da paisaxe en Galicia: consideracións xurídicas a partir da normativa actual, y el segundo, Ribeira Sacra, poesía e historia, paisaxe e cultura, junto a Xosé Benito Reza y Rafael Silva Costoya. El reciente fracaso de la Administración en el intento de declarar la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad ha sido una gran desilusión para él.

«Espero que o retomen canto antes», dice Xermán Estévez, que lamenta que la candidatura no aprovechase de forma adecuada el trabajo coordinado por el antiguo Valedor do Pobo, José Julio Fernández: «Era moi completo. Aí participaron historiadores, arquitectos, expertos en territorio... É unha pena que non o utilizaran, pero pódese aprender dos erros».

Xermán Estévez cree que aún queda mucho por hacer para mejorar la protección de la Ribeira Sacra y de otros espacios naturales de Galicia. Apunta, además, que el escenario que se abre con el programa Next Generation es el idóneo para conseguir la financiación necesaria para implementar proyectos que redunden en el beneficio de quienes viven y trabajan en entornos de interés natural. «Temos que aproveitar os fondos europeos para potenciar o noso rural», resume.

Para hacer oír sus reivindicaciones, Xermán Estévez se ha dirigido en infinidad de ocasiones a la Administración. Funcionario de profesión, sabe bien cómo hay que hacerlo y siempre estudia en detalle cada asunto, lo que supone un trabajo ingente. «Por exemplo, para documentar a petición de declarar BIC o mosteiro de Trandeiras mandei mais de 200 páxinas», explica. A él no le importa el esfuerzo porque es algo que le gusta. No en vano, es un estudiante incansable. En su tarjeta de visita todo está en letra muy muy pequeña porque aparecen titulaciones de grado o licenciatura en Ciencias Jurídicas y de las Administraciones Públicas, Derecho, Ciencias del Trabajo, Ciencias Políticas y Sociología y Criminología. Además es doctor en Derecho Público y Teoría del Estado, tiene dos másteres en Derecho de las Administraciones Públicas y en Gestión Pública y ahora mismo está estudiando un tercero de Abogacía en el campus de Ourense, además de un grado en Comunicación Audiovisual de la Universitat Oberta de Catalunya.

«Sen Internet de alta velocidade, as posibilidades de teletraballar desaparecen»

Como representante vecinal en Borrán (Vilar de Barrio), Xermán Estévez participa con frecuencia en reivindicaciones en relación a los servicios que reciben quienes viven allí. Ha reclamado mejoras en las carreteras y últimamente también en la conexión a Internet. Según explica, las carencias quedaron patentes durante la pandemia. «Sen Internet de alta velocidade, as posibilidades de teletraballar desaparecen», apunta Estévez, que participó en la creación de una plataforma junto a otras localidades de su municipio y también del de San Xoán de Río para exigir mejoras en este ámbito. Una de sus luchas más recientes es el impulso a la estación de tren de Vilar de Barrio, que fue reformada por el Inorde, pero que no funciona como debería, según dice.

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