Fiestas sin alma

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

19 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ourense vivirá esta próxima semana sus fiestas de verano. Son unas celebraciones que no acaban de cuajar en la ciudad. En los últimos tiempos han sido víctimas de la inestabilidad política y los gobiernos de turnos las han ido modificando tratando de buscar una fórmula que cuajase. Y nadie lo ha logrado. El BNG, que tenía las competencias festivas durante los gobiernos bipartitos con el PSOE, optó por quitarle la etiqueta religiosa y separarlas del Corpus. El PP durante el mandato de Jesús Vázquez apostó por un modelo más tradicional y con un programa largo de eventos que, sin embargo, se diluía en el paso de los días. Ahora Jácome, ha optado por un modelo de fiestas exprés, que se concentran en un puñado de días. Las barracas han vuelto a cambiar de ubicación y regresan a un sitio donde no son bien recibidas, el parque Barbaña. Es un lugar que queda alejado para la mayoría de los ciudadanos. Será difícil que cuaje, porque en años anteriores fracasó con rotundidad. Los feriantes siempre apostaron por la calle Pardo de Cela, en las inmediaciones de Os Remedios como la ubicación ideal. Es la que mejor funcionó en el pasado, aunque uno tiene la sensación de que igual cualquier tiempo pasado fue mejor para las barracas, independientemente de dónde se ubican. En esa calle, precisamente, irán los grandes conciertos de las fiestas. Uno de los disyoqueis de moda, Morad y los consolidados Taburete se han quedado solos ante la falta de noticias del incombustible Loquillo. La ubicación, el cartel y la política de conciertos gratuitos (salvo un paquete de 3.000 entradas a cinco euros para Taburete) hacen presagiar una buena respuesta del público, aunque se antoja una oferta escasa. Más que garantizado ese tirón tienen las orquestas que actuarán en el rúa do Paseo. Sin embargo, a las fiestas de Ourense les sigue faltando alma. Algo que tire de visitantes, como le sucede por ejemplo al San Froilán en Lugo. Desde luego no ayuda no contar con un recinto ferial ni tampoco los continuos bandazos que se dan en las fechas y en las ubicaciones. Esa ausencia de un emplazamiento para las fiestas también lo sufrirán los conductores, que verán cortados al tráfico emplazamientos clave como la entrada a la ciudad por Os Remedios.