Agricultores y ganaderos exigen ayudas a la Xunta y al Gobierno: «Non aguantamos máis»
OURENSE
El aumento de los precios amenaza con el cierre a un importante porcentaje de explotaciones de la provincia de Ourense
05 jul 2022 . Actualizado a las 19:16 h.La amenaza de cierre de más del 50 % de las explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia de Ourense se proyecta sobre el medio rural. Hace unos meses que ya lanzaron un aviso y la petición de apoyo al sector. Ahora —con los precios disparatos y los costes de producción por las nubes— se han unido en un grito unánime: «Non aguantamos máis». Bajo ese lema se concentraron ante la delegación de la Xunta y marcharon luego a la Subdelegación del Gobierno para dejar patente la agonía de un sector acosado por la inflacción. Ante el edificio del parque de San Lázaro se leyó el comunicado de la movilización conjunta secundada por Adegal, la Asociación de Produtores de Pataca da Limia, la FRUGA, Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas y Unións Agrarias.
La subida desorbitada del gasóleo, la del plástico para el ensilado y el incremento de los precios que pagan por los suministros provoca que las explotaciones agrarias se vean lejos de la viabilidad y muchas de ellas barajen el cierre como única solución para no seguir perdiendo dinero. Los manifestantes culparon a la Xunta de actuar de forma irresponsable y se preguntaron para qué aprobó Medio Rural «a Lei da Cadea Alimentaria se logo non tiña pensado cumprila?». Se incidió en la necesidad de habilitar ayudas para agricultores y ganaderos —al igual que se hizo con otros sectores— y en una realidad que consideran incuestionable: cuanto menos alimentos produzcamos en Galicia más vulnerables seremos a la subida desorbitadada de los precios.
En A Limia la crisis golpeará de forma notable. Amador Penín, productor de patata de Xinzo, hacía hincapié en una realidad no deseada: «Estamos pasando momentos moi difíciles, porque temos sobrecustes en abonos, materiais e, sobre todo, gasóleo e electricidade. Por iso vimos aquí, para defender as explotacións, que están condeadas ao peche e para que se faga como noutros sectores, como pode ser un prezo fixo para o gasóleo». Penín llamó la atención sobre el futuro próximo y los problemas para afrontar los gastos de la recogida de la cosecha.
El relevo no compensa
Carlos Basalo incidía en un dato esclarecedor: «Hai un ano o gasóleo estaba a 0,70 céntimos e agora a 1,40 ou 1,50 euros. A Xunta mira para outro lado e acusa ao Goberno. Haberá xente que non recolla a colleita e pecharán o 50 % das explotacíóns». Sonia Vidal, ganadera de Xunqueira de Ambía con cuarenta vacas, lo ejemplificaba ante la delegación de la Xunta: «Non podemos resistir máis. Onte pedín gasóleo e tiven que pagalo a 1,68 euros. Gasto 200 euros ao día». Daniel Suárez, de Xinzo, se incorporó hace dos años a la agricultura y pone el acento en una realidad demoledora: «Traballamos por debaixo dos custes de produción e se non cambia non sei o que haberá que facer. Pero non compensa. Haberá que pechar».