Transitamos agosto con la buena noticia de que el 8 del 8 es el día internacional del orgasmo femenino. Compartido con la jornada mundial dedicada a los gatos, que aún encima tienen tres festividades en el año. Un día para reivindicar la salud sexual femenina y luchar contra los tabúes aún existentes. Con ese fin surgió la iniciativa en Brasil hace unos pocos años. También para aprender que, además de la brecha salarial y la digital, existe la orgásmica. Y es que, según el estudio de una empresa del sector, hasta un 60 % de las mujeres españolas reconoce tener dificultad para llegar al orgasmo, por un 22,5% de los hombres. Si JLo (Jennifer López) fuese española, probablemente esa media orgásmica femenina subiría, a tenor de las imágenes de radiante felicidad publicadas por la diva tras su matrimonio con Ben Affleck, convertido en un santo varón y casi mártir exprimido según los memes que circulan por las redes sociales. Así que este 8 de agosto fue un día para celebrar y para aliviarnos de otra preocupación que, por desgracia, se va a convertir en cotidiana en nuestra y otras provincias como es la falta de agua. La tormenta que descargó el domingo en la ciudad de Ourense sonaba como una orquesta celestial. Duró poco, pero después de tanto tiempo sin lluvia parecía casi milagroso. Esa agua, escasa, no llega para paliar problemas de desabastecimiento como el+ de Ribadavia, pero fue un pequeño cambio en esta tórrida monotonía. Necesitamos más lluvia. También, quizás, más orgasmos, pero eso no depende del cielo ni de Ben Affleck.