José Antonio Nóvoa Rivero: «Nunca cobré un duro por defender los colores del equipo de mi pueblo»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Toño Nóvoa, en A Moreiriña
Toño Nóvoa, en A Moreiriña Alejandro Camba

La música y el entretenimiento son la segunda pasión del veterano del Antela

11 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

José Antonio Nóvoa Rivero (Xinzo, 1956) le pega a varios palos y lo hace con tanta ilusión —pasión, incluso— que contagia. Hombre de familia y trabajador «como me ensañaron siempre mis padres», no perdió tampoco la ocasión de divertirse en aquella villa de los primeros años setenta. «El fútbol nos gustaba a todos los de la pandilla y nos reunimos en el primer Antela federado de juveniles, pero también nos gustaba salir y tomarnos unas tazas antes de ir a jugar. Eso sí, cuando nos poníamos teníamos un equipazo», recuerda Toño.

La música fue, desde muy pronto, otro de los vértices de su vida, el que lo llevó poco más tarde a convertirse en Tony da Limia: «Con seis años ya hacía alguna actuación en casa, había artista, pero fue por el año 68 cuando formamos los Tétuan, con Manolo Cachorro, Manolo Chapero y Ranis Rock. Teníamos guitarras hechas por nosotros, como la batería, con materiales que nos agenciábamos, como latas y cajas».

En los míticos bailes del Ideal 6 y el Anduriña, Toño y sus amigos comenzaron a actuar de teloneros para grupos de entonces como Os Meigas o Relámpagos, entre otros. «Mi ídolo ha sido siempre Frank Sinatra y lo incluyo en mi repertorio en las actuaciones que realizo como cantante y monologuista, solo como afición y ante amigos». Pero el mismo Tony da Limia rememora que esos espectáculos nacieron en un crucero: «Me acuerdo siempre, era el Italia Prima, actué delante de 400 personas y me llevé unos cuantos aplausos». También amplió su público en fiestas organizadas en la bodega de Crego y Monaguillo, homenajes o en las cenas de sus amigos de Afiador, donde «llegué a cantar delante del que fuera seleccionador nacional, Vicente Miera».

Con todo y restándole tiempo a su familia, el fútbol cobró un lugar especial en la dinámica experiencia vital de Toño. Y, en especial, el Antela: «Nunca cobré un duro por defender los colores del equipo de mi pueblo. Ya fui capitán de los juveniles y también en el primer equipo, porque completé catorce temporadas como federado en A Moreira. Aún estuve otra más en el Limia Sport, cuatro en el Baronzás, dos en el Trasmiras y otros dos en el Porqueira, donde estuve de entrenador jugador, aunque no terminé la segunda por una cacicada».

A esta última etapa llegó después de un período de inactividad, provocado por una fractura de tibia y peroné. «Me recuperé muy bien, gracias al trabajo del doctor Villar y de Casiano en la recuperación», explica Nóvoa, que en esa extensa carrera como futbolista también destaca más de un momento inolvidable: «Sobre todo aquel ascenso a lo que hoy es la Preferente, en un partido histórico en A Moreira, totalmente llena, frente al Verín, al que ganamos con gol de Desiderio. Entraron más de 1.000 personas y se recaudaron 300.000 pesetas del año 1978. Hasta nos concentramos todo el equipo en un hostal, en la víspera del partido».

También es capaz de irse más atrás en el tiempo, para saborear el título de la Copa Diputación de juveniles: «No éramos constantes en la Liga, pero en la Copa nos cogieron Joel Castro y Carrera, para llevarnos a la final, que ganamos. Superamos al campeón de Liga, el Sporting Celanova, y al Atlético Ourense, que tenía un equipazo». Jugó más de 400 partidos en el Antela y se hizo con tres entorchados en la máxima categoría provincial.

Ya jubilado, Toño dejó en buenas manos Las 3 BBB, con sus hermanos Odilo y Juan Carlos a la cabeza: «Se encargan de los comercios de Xinzo y Albarellos, mientras que yo le devuelvo a Conchi, mi esposa, las horas que le robó el fútbol. También disfrutamos de nuestras hijas, Raquel y Nerea, y de nuestro nieto, Hugo, que ya viste los colores del Antela con 18 meses». Y no tardará en ser tan extrovertido como su abuelo. Los genes.

 

Su admiración por José María García fue correspondida

Toño Nóvoa habla del Antela allí por donde va y por eso es «embajador internacional del club», que ha dado a conocer a muchos de sus ilustres conocidos a lo largo de tantos años: «Siempre con educación, me he convertido en amigo de los dueños de Casa Lucio y el Asador Donostiarra, de futbolistas como Caminero y Eusebio, además de un árbitro como García de Loza, al que convencí para arbitrar un partido en A Moreira».

Pero uno de sus ídolos en el mundo del deporte fue el periodista José María García: «Envié varias cartas a las emisoras donde trabajaba y por fin lo conocí en una Vuelta a España. Me contestó tres veces, pero el punto de inflexión fue cuando le envié una pancarta de cuatro metros con la que animamos al Ourense en su partido de Copa del Rey en el Camp Nou. También le regalé un óleo con mi cara y la suya, que me aseguró iba a colocar en su casa. Fueron muchas noches oyendo sus programas».

Quién es. Su rincón.

DNI

Quién es. José Antonio Nóvoa Rivero (Xinzo, 1956) ya era capitán del Antela como juvenil y lo fue varios años de su primer equipo. Llegó a presidir el club de sus amores, mientras acumulaba años en la empresa familiar (Las 3 BBB) y actuando como hombre espectáculo para sus amigos y en algún que otro bolo más multitudinario.

Su rincón. A Moreiriña es la casa de Toño, a pocos metros de otro de sus hogares, el campo de Moreira. En su garaje erigió un auténtico altar con sus recuerdos y vivencias en el mundo del fútbol. Fotos, trofeos y otros enseres con notable solera.